Estaba
siempre dispuesto a comer y a beber a cualquier hora y en cualquier lugar que
fuese… Nunca abandonó la mesa sino henchido de manjares y bebidas; enseguida se
acostaba de espaldas con la boca abierta, y mientras dormía, le introducían una
pluma para aligerarle el estómago.
( Suetonio )
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