domingo, 4 de septiembre de 2016

TIBERIO DICE SOBRE EL JOVEN CALÍGULA


[…] por la noche acudía a las tabernas y casas de mala reputación, envuelto en un amplio manto y oculta la cabeza bajo una peluca. Tenía pasión especial por el baile teatral y por el canto. Tiberio no contrariaba tales gustos, pues creía que con ellos podía dulcificarse su condición feroz, habiendo comprendido tan bien el clarividente anciano su carácter, que decía con frecuencia: «Dejo vivir a Cayo para su desgracia y para la de todos»; o bien: «Crío una serpiente para el pueblo y otro Faetón para el Universo».


(Seutonio)





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