domingo, 25 de septiembre de 2016

EL PLACER SANGRIENTO DEL FUTURO OBISPO APILIO


San Agustín relata la conmovedora historia de Apilio, un joven cristiano cuyos compañeros lo arrastraron contra su voluntad a presenciar un combate de gladiadores: habiendo cerrado por un instante las puertas de los ojos, se negó a abrirlos; pero finalmente lo hizo y de inmediato quedó embriagado con un sangriento placer.

(San Agustín en "Confesiones")


Alipio llegaría a ser obispo. 










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