lunes, 4 de mayo de 2015

DÉCIMO BRUTO DICE A MARCO ANTONIO:




Mario fue un hombre nuevo, no tenía linaje. Sila si tenía linaje, pero no era natural. Lo digo en todos los sentidos. Bebía, le gustaban los jovencitos y tuvo que aprender a comportarse como general de tropas porque no lo llevaba en las venas. Mientras que César no tiene defectos. Ninguna debilidad en la que se pueda meter una daga y separar las partes de la coraza, por decirlo así. No bebe vino, así que nunca se va de la lengua, y cuando dice que tiene intención de hacer algo terrible, uno sabe que en su caso no es imposible. Has dicho que era único, Antonio, y tenías razón. Ni te retractes porque sueñes con aventajarle..., porque eso no es realista. Ninguno de nosotros lo hará. Así que, ¿para qué agotarnos intentándolo? Deja aparte la genialidad y todavía tendrás que contender con un fenómeno que yo por mi parte nunca he conseguido entender: la aventura amorosa entre él y sus soldados. Nosotros no igualaríamos eso ni en mil años. No, ni tú tampoco, Antonio, así que cierra la boca. Tú tienes un poquito de eso, sí, pero ni mucho menos todo lo que hace falta. ¡Él sí, y el día de hoy es la prueba de ello!

( C. McC.)




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