domingo, 11 de junio de 2017

RECOMENDACIONES DE SAN JERÓNIMO A FAVOR DEL CELÍBATO



- Un hombre sabio no debe casarse, sobretodo porque es un estorbo para el estudio de la filosofía. No es posible dedicarse a los propios libros y a la propia esposa.

- Las mujeres casadas necesitan vestidos caros, oro, joyas, criadas, muebles de todas las clases, literas y carruajes dorados.

-Y luego están las infinitas quejas todas las noches:
* "Fulana de tal va mejor vestida cuando se deja ver en público"
*"¿Por qué estabas mirando a la vecina?"
* "¿De qué estabas hablando con mi doncella?"
* "¿Qué me has traído del mercado?".

-No podemos escoger a la esposa; tenemos que contentarnos con la que nos toque. Si tiene mal carácter, o es tonta, o fea, o arrogante, o huele mal..., sean cuales sean sus defectos, no los descubrimos hasta después de la boda. Caballos, asnos, perros, los esclavos más viles, la ropa, los cacharros, las sillas de madera, los vasos y las jarras de loza: todas esas cosas las probamos a lo largo del proceso de compra. La esposa es la única cosa que no se expone al público, por si se considera insatisfactoria antes de la boda.

( San Jerónimo en "Contra Joviano")










 










No hay comentarios:

Publicar un comentario