Cuando una unidad militar era
culpable de motín o de negligencia, podía ser castigada con la decimatio.
Aunque el término "diezmar" significa actualmente exterminar,
originalmente se utilizaba para designar la lapidación o apaleamiento hasta la
muerte de uno de cada diez hombres (decimus) de una unidad del ejército,
elegido al azar, por los nueve afortunados que se libraban de la pena.
(...) También en un ejército
derrotado, cuando se golpea con el palo a uno de cada diez, entran igualmente
en el sorteo los soldados valerosos. Todo gran escarmiento tiene algo de
inicuo, pues el bien común se obtiene a costa del daño de unos pocos.
( Tácito en "Anales" )
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