martes, 13 de diciembre de 2016

EL TRIUNFO DE TITO


 

Mandando poner en orden una gran tribuna, en medio y delante de todos, salió él con la gente noble y más principal, y de la parte desde la que todos los soldados podían oírle, les expresó su profunda gratitud por la lealtad que le habían mostrado de manera continuada...

 

Mandó entonces a los oficiales señalados que leyesen los nombres de todos cuantos hubieran realizado algún hecho brillante durante la guerra.

 

 Llamados cada uno por su nombre, les aplaudió cuando se acercaban, tan exultante por sus hazañas como si las hubiera realizado él mismo.

 

 A continuación les puso coronas de oro en la cabeza, cadenas doradas al cuello, pequeñas lanzas también doradas, e insignias hechas de plata, y ascendió a todos ellos a una categoría superior; repartió también el botín y el saqueo de la ciudad mucho oro y mucha plata, muchos vestidos y otras partes del botín en abundancia.

 

 Cuando todos habían sido recompensados con lo que él juzgó que cada uno merecía,  y después de haber recitado una plegaria por todo el ejército, descendió en medio de las aclamaciones y el favor  de todos y púsose a celebrar sacrificios en acción de gracias por su victoria.

 


Se puso a un gran número de bueyes detrás de los altares, los sacrificios y los distribuyó entre la tropa para que hicieran un banquete. 







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