jueves, 27 de agosto de 2015

CAYO JULIO CÉSAR




Cayo Julio César, que tenía unos cuarenta años (había nacido en el año 101 a. de J.C., no era muy conocido


Pertenecía a una de la familias patricias más antiguas de Roma, que pretendía descender de Julos, hijo de Eneas.



Sus progenitores habían caído en la miseria y vivían en la Suburra, barrio popular y de mala fama. Su nacimiento fue difícil, habiéndose tenido que recurrir a la operación quirúrgica a la que dio nombre (cesárea).



Culto y elegante, llevaba una vida brillante, estando dotado igualmente de una inteligencia penetrante y de una memoria ilimitada.



Gran admirador de la literatura griega, se complacía en escribir tragedias y poesías.

CÉSAR ENTRE LOS PIRATAS

Sobrino de Mario, yerno de Cinna, había sido considerado sospechoso en los tiempos de Sila a causa de sus vinculaciones con el partido popular, habiéndose exiliado a Asia, donde fue hecho prisionero por los piratas.



Vuelto a Roma (77 a. de J.C.) contrajo deudas, y tuvo que esperar casi diez años para hacerse elegir cuestor y entrar en el Senado (68 a. de J.C.).



A los 30 años fue enviado a Hispania. En el año 65 a. de J.C. se convirtió en edil y pidió dinero a Craso para ofrecer al pueblo de Roma fiestas suntuosas; poco después salió elegido pontífice máximo.



Durante este período apoyó de incógnito a Catilina contra el Senado, que empezó a desconfiar de él. En el año 61 a. de J.C. volvió a la Península Ibérica, iniciándose como jefe militar y sofocando diversas revueltas.



El hombre frívolo y corrompido, cargado de deudas, se convirtió en un gran militar y un gran político. Aceptó la alianza de Pompeyo y de Craso (que le condonó las deudas), haciéndose elegir cónsul en 60-59 a. de J.C., poniendo en ridículo a su colega Bíbulo e imponiendo su voluntad. El pueblo, riendo, decía: "¡Es el consulado de Julio y de César!"



Le faltaba, sin embargo, la gloria militar, por lo que se hizo atribuir el proconsulado de la Galia Cisalpina y de la Narbonense.


 Antes de partir, casó a su hija Julia con Pompeyo en señal de amistad y se llevó consigo al hijo de Craso.



César había pensado combatir, en primer lugar, a los dacios en el Danubio, pero éstos se habían ido a saquear las costas del mar Negro.



Acontecimientos imprevistos vinieron a favorecerle: En la Galia, los secuanos del Jura habían llamado para luchar contra sus vecinos, los eduos del Morvan, a las bandas germánicas de Ariovisto.



Por otra parte los helvecios, amenazados por otros germanos, pidieron a Roma permiso para atravesar la Narbonense y establecerse en Aquitania. César se lo negó.


CÉSAR REPUDIA A POMPEYA



Intimidados, los helvecios quisieron pasar entonces al norte del Macizo Central, en territorio de los eduos. Estos eran "amigos del pueblo romano". César tenía un buen pretexto para intervenir en la Galia (año 59 a. de J.C.).


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