En la mitología romana, las
Camenas (en latín, Cămēnae) eran las náyades que habitaban en los manantiales,
los pozos y las fuentes cerca de Porta Capena, en Roma. Estas ninfas acuáticas
eran sabias y a veces hacían profecías sobre el futuro. No hay constancia de
que las Camenas gozaran de un culto público generalizado, sin embargo si
debieron ser objeto de cultos oraculares particulares de carácter más bien
local en la capilla situada cerca de la fuente de Porta Capena y cuyo
bosque aledaño, también estaba consagrado a dichas ninfas.
Se las consideraba dadoras de
fertilidad (esto, básicamente por la popularidad del que gozaban las aguas de
dicha fuente) razón por la cual se pensaba que eran protectoras de las novias
como futuras madres.
Según la tradición, había
cuatro Camenas: Carmenta o Carmentis, Egeria, Antevorta y Postvorta. Fueron
adoradas en el bosque sagrado conocido como Porta Capena, cerca de Roma.
Carmenta era la principal de las ninfas, estando el manantial y la arboleda
fuera de Porta Capena dedicados a ella.
En su festividad, la
Carmentalia, que se celebraba el 11 y el 15 de enero, las vírgenes vestales
sacaban agua de ese manantial para los ritos. Egeria, por su parte, favorecía a
Numa, el segundo rey de los romanos, a quien aconsejaba mediante
entrevistas secretas dándole la sabiduría con la que expandió e hizo prosperar
su reino. Luego de la muerte de Numa, la ninfa languideció y se convirtió en
fuente.
Se sabe por el Servio ampliado
que a las Camenas se les ofrecían libaciones. Se piensa que la ofrenda de
leche era lo más usual para cualquier divinidad de las fuentes y manantiales;
sin embargo se sabe que Marcial sacrificaba una cerda virgen en la fuente de su
amigo Estela y Horacio ofrecía un cabrito en la fuente de Bandusia; el
mismo Ovidio narra que Numa sacrificó una oveja a la fuente de la que
bebían Pico y Fauno, por lo que la ofrenda de leche sería específica para las
Camenas
Posteriormente fueron identificadas (erróneamente) con las Musas de la mitología griega, probablemente por su pronunciación parecida a carmen, «canto», siendo en la poesía romana camena sinónimo de musa; pero vale aclarar que la función que desempeñaban las Camenas nada tenía que ver con la inspiración poética. El único nexo que se podría establecer entre las Musas y las Camenas son los manantiales: Las Camenas son náyades que habitaban únicamente en el manantial de Porta Capena, y a las Musas generalmente se las relaciona con diversos manantiales que otorgan inspiración poética. No hay otro nexo que las vincule.
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