lunes, 25 de diciembre de 2017

EL CÓNSUL CNEO PAPIRIO CARBÓN


Gneo Papirio Carbón (en latín: Cnæus Papirius CN. F. C. N. Carbo) (130 a. C. - 82 a. C.), cónsul de la Roma Antigua, de origen plebeyo.

 

Hijo del cónsul del año 113 a. C. y sobrino de Cayo Papirio Carbón, cónsul en 120 a. C.. Era primo de Cayo Papirio Carbón Arvina, el tribuno de la plebe del año 90 a. C.

 

Aparece mencionado en la historia por primera vez en el año 92 a. C. cuando el cónsul Cayo Claudio Pulcro informó al senado de intentos suyos de sedición.​ Fue uno de las cabezas del partido popular y en 87 a. C., cuando Cayo Mario volvió de África, dirigió uno de los cuatro ejércitos con los que asedió y tomó Roma.

 

En 85 a. C. fue elegido por Lucio Cornelio Cinna como colega consular, y empezaron a preparar la guerra en Grecia contra Sila, quien anunció su intención de volver a Italia. De esta forma los dos cónsules movilizaron a sus partidarios, recaudaron dinero, y restauraron la flota para que vigilara las costas de Italia. 


Sila escribió al Senado romano desde Grecia y el senado decidió no cursar ninguna propuesta de los cónsules hasta no tener nuevas noticias de aquél; los cónsules se mostraron dispuestos a obedecer al senado pero tan pronto los embajadores de Sila abandonaron Roma, Cinna y Carbón se declararon cónsules para el año siguiente (84 a. C.), ya que ellos no querían ser obligados a ir a Roma para celebrar los comicios.

 

Se hizo una leva de muchas legiones, y numerosas tropas se transportaron por el mar Adriático; pero como Cinna fue asesinado por sus propios soldados, quienes se negaron a participar en una guerra civil, Carbón se vio obligado a traerlos de vuelta a Italia. Cuando Carbón llegó a Roma no pudo hacer los comicios para elegir a un reemplazo del asesinado Cinna por prodigios desfavorables y permaneció como cónsul único (lo que era ilegal) el resto del año 84 a. C..


 

En 83 a. C. Sila llegó a Italia y Carbón, que era ahora procónsul en la Galia, se dirigió a Roma e impuso un decreto que declaraba a Metelo y a todos los senadores que apoyaban a Sila enemigos de la República. Al mismo tiempo el Capitolio fue quemado y se sospechó de Carbón.

 

En 82 a. C., mientras Sila y sus partidarios avanzaban en diversas partes de Italia, Carbón fue elegido cónsul por tercera vez con el joven Mario; su ejército estaba en la Galia Cisalpina. En la primavera de 82 a. C., su legado, Cayo Carrinas tuvo que sostener una dura batalla con Metelo al norte de Italia, y fue puesto en fuga. Pero el propio Carbón siguió a Metelo y lo atrapó en una posición en que no podía hacer nada. Pero cuando se enteró de las desgracias de su colega Mario en Praeneste, condujo a su ejército de regreso a Ariminum donde fue seguido por Gneo Pompeyo.

 

Al mismo tiempo, Metelo pudo obtener otra victoria sobre un ejército de Carbón, y Sila,·después de entrar en Roma, se dirigió contra Carbón. Los dos ejércitos se enfrentaron a orillas del río Glanis, donde los hispanos que se habían unido a Carbón desertaron al campo de Sila, y los que no lo hicieron fueron ejecutados por Carbón puesto que ya no confiaba en su fidelidad. 



Posteriormente una gran batalla ocurrió cerca de Clusium y duró un día entero para acabar sin un vencedor claro. Debido a que Pompeyo y Craso se enfrentaban a Carrinas en la cercanía de Spoletum, Carbón le envió un ejército de refuerzo en su ayuda. Sila, al enterarse de esto, atacó a este ejército matando a dos mil hombres en una emboscada, pero Carrinas, que estaba asediado, pudo escapar merced a esta distracción.

 

Gayo Marcio Censorino, que fue enviado por Carbón para levantar el asedio de Mario en Preneste, fue también emboscado y atacado por Pompeyo, y perdió a muchos de sus hombres. Sus soldados, que lo consideraban la causa de su derrota, desertaron, con la excepción de unas pocas cohortes, con las cuales regresó con Carbón. Poco después Carbón y Gayo Norbano Balbo hicieron un ataque contra el campamento de Quinto Cecilio Metelo Pío cerca de Faventia, pero el tiempo y el lugar eran desfavorables para ellos, y fueron derrotados: cerca de 10.000 de sus hombres fueron muertos, y 6.000 de ellos se pasaron a Metelo, por lo que se vio obligado Carbón a retirarse a Arretium con cerca de 1.000 supervivientes.

 

Las deserciones siguieron; Norbano huyó a Rodas donde se suicidó; y aunque aún conservaba un gran ejército y los samnitas le permanecieron fieles, Carbón se quedó muy desilusionado al no conseguir liberar Bruto Damasipo con dos legiones la ciudad de Praeneste, donde estaba refugiado el joven Mario, y decidió dejar Italia. Primero fue a África, luego a la isla de Cosira (Pantelaria), donde fue arrestado, llevado encadenado ante Pompeyo en Lilibea, ejecutado y enviada su cabeza a Sila (82 a. C.).


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