sábado, 9 de agosto de 2014

SERVILIA DESEA CASARSE CON CÉSAR




Servilia deseaba desesperadamente casarse con él, desde luego, aunque no para que César reconociera la paternidad del hijo que estaba en camino. Quería casarse con él porque lo amaba con el alma tanto como con el cuerpo, porque Servilia reconocía en César a uno de los grandes romanos, a un marido digno que nunca defraudaría las esperanzas sobre actuaciones militares y políticas puestas en él, a un marido cuyo linaje y dignitas no podían hacer otra cosa que reforzar los de ella. Él era un Publio Cornelio Escipión el Africano, un Cayo Servilio Ahala, un Quinto Fabio Máximo el Contemporizlador, un Lucio Emilio Paulo. Perteneciente a la auténtica aristocracia patricia -la quintaesencia de un romano-, César poseía un intelecto, una energía, una decisión y una fuerza inmensos. Un marido ideal para una mujer de la familia de los Servilios Cepiones. Un padrastro ideal para su amado Bruto.



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