Musas, en la mitología griega, nueve diosas e hijas del dios Zeus
y Mnemosine, la diosa de la memoria.
Las musas
presidían las Artes y las Ciencias y se creía que inspiraban a los artistas,
especialmente a poetas, filósofos y músicos.
Calíope era la musa
de la Poesía épica, Clío la de la Historia, Euterpe de la Poesía lírica,
Melpómene de la Tragedia, Terpsícore de la Música y la Danza, Erato de la
Poesía amorosa, Polimnia de la Poesía sagrada, Urania de la Astronomía y Talía
de la Comedia.
Se decía
que eran las compañeras de Las Gracias y de Apolo, el dios de la música.
Ellas se sentaban junto al trono de Zeus, rey
de los dioses, y cantaban su grandeza, el origen del mundo y sus habitantes,
así como las gloriosas hazañas de los héroes.
Se las veneraba
en toda la antigua Grecia, especialmente en el Helicón, Beocia, y en Pieria,
Macedonia.
Las
Gracias,
en la mitología griega, las tres diosas de la alegría, el encanto y la belleza.
Hijas del dios Zeus y la ninfa Eurínome, sus nombres son Áglae, Eufrósine y
Talía.
Las
Gracias presiden los banquetes, las danzas y todos los demás acontecimientos
sociales placenteros, y proporcionan alegría y buena voluntad tanto a dioses
como a mortales.
Eran especial
compañía de las divinidades del amor, Afrodita y Eros, y junto con sus
compañeras, las musas, cantaban a los dioses en el monte Olimpo y danzaban al
ritmo de la hermosa música que Apolo interpretaba en su lira.
En algunas
leyendas, Áglae estaba casada con Hefesto, el artesano de los dioses, y su boda
explica la tradicional asociación de las Gracias con las artes.
Al parecer, y
al igual que las musas, otorgaban a artistas y poetas la habilidad para crear
bellas obras de arte.
Raramente se
trataba a las Gracias de forma individual; sí, en cambio, como una especie de
triple encarnación de la gracia y la belleza.
El arte suele representarlas como ágiles
doncellas que danzan en círculo; es el caso de La primavera de
Botticelli o Las tres gracias de Rubens.
ESCULTURAS DE LAS MUSAS Y LAS GRACIAS:
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