Calímaco de Cirene (siglo III a.C.), poeta y gramático
griego, y director de la famosa biblioteca de Alejandría. Nació en Cirene
(actualmente Shaḩḩāt, Libia), África, y estudió en Atenas. Después de enseñar
en Eleusis, cerca de Atenas, Calímaco fue nombrado por Tolomeo II director de
la biblioteca de Alejandría, un cargo que desempeñó durante veinte años.
A través de sus enseñanzas y escritos Calímaco ejerció una gran influencia en los estudiosos y poetas de su época. Se afirma que escribió más de 800 libros. De sus obras en prosa una de las más importantes es Pinakes, un enorme catálogo de las obras contenidas en la biblioteca de Alejandría. Gracias a este catálogo, Calímaco se convirtió en el fundador de los estudios críticos de literatura griega. Como poeta se distinguió especialmente por sus poemas breves, de los cuales nos han llegado seis himnos y sesenta epigramas.
También sobrevivieron fragmentos de su obra poética más conocida, Aítia, un conjunto de leyendas griegas en versos elegíacos, y el breve poema épico Hécale. Prefirió el poema breve, pero muy elaborado, frente a las formas más extensas en las que destacó su rival y anteriormente pupilo Apolonio de Rodas. Calímaco influyó mucho en los poetas latinos como Catulo, Ovidio y Propercio, y en Eratóstenes, que también había sido pupilo suyo.
A través de sus enseñanzas y escritos Calímaco ejerció una gran influencia en los estudiosos y poetas de su época. Se afirma que escribió más de 800 libros. De sus obras en prosa una de las más importantes es Pinakes, un enorme catálogo de las obras contenidas en la biblioteca de Alejandría. Gracias a este catálogo, Calímaco se convirtió en el fundador de los estudios críticos de literatura griega. Como poeta se distinguió especialmente por sus poemas breves, de los cuales nos han llegado seis himnos y sesenta epigramas.
También sobrevivieron fragmentos de su obra poética más conocida, Aítia, un conjunto de leyendas griegas en versos elegíacos, y el breve poema épico Hécale. Prefirió el poema breve, pero muy elaborado, frente a las formas más extensas en las que destacó su rival y anteriormente pupilo Apolonio de Rodas. Calímaco influyó mucho en los poetas latinos como Catulo, Ovidio y Propercio, y en Eratóstenes, que también había sido pupilo suyo.
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