domingo, 27 de julio de 2014

EL SENADOR HELVIDIO PRISCO Y VESPASIANO


 

En cierta ocasión, cuando Tito Flavio Vespasiano era Emperador de Roma, queriendo aprobar algo que beneficiaba su imperio y sus intereses personales, convocó a sesión al Senado Romano, pero le dijo al senador Helvidio Prisco, que no podía asistir ese día a sesión.

– Mientras sea senador, jamás dejaré de asistir a mis obligaciones aunque no diga una sola palabra-, dijo Helvidio Prisco.

– Pero si estás presente algo tengo que preguntarte-, dijo el emperador-.

-Si no me pregunta, no hablaré, más, si lo haces, diré lo que tengo que decir-, dijo Helvidio Prisco.

-¿No sabes que en mis manos está quitarte la curul y aún más, hasta disponer de tu vida?-, dijo el Emperador en tono amenazante.


-¡Bien!-, dijo el senador. Tú dirás lo que te convenga y yo cumpliré con lo que manda mi conciencia en defensa del pueblo. ¿Acaso os he dicho que soy inmortal?




1 comentario: