miércoles, 30 de julio de 2014

VERCINGETÓRIX VENCIDO Y PRESO, DICE A JULIO CÉSAR:



-Espero que no tarde mucho en llegar tu triunfo. A mis huesos no les gustan las mazmorras.


-¿Mazmorras?. Roma no tiene mazmorras, Vercingetórix. Hay una vieja cárcel derrumbada en una cantera abandonada, las Lautumiae, donde metemos a algunas personas durante un día o dos, pero no hay nada que les impida salir a menos que los encadenemos, cosa que es rara en extremo. La última vez que encadenamos a un hombre fue asesinado durante la noche.



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