jueves, 29 de diciembre de 2022

LA PROSTITUCIÓN EN LA ANTIGUA ROMA Y LOS FRESCOS DE LOS BURDELES DE POMPEYA


El sexo era algo muy normal, y formaba parte de la vida cotidiana de la antigua Roma. En la legislación de Augusto la fornicación era ilegal (Stuprum): a los hombres se les prohibía explícitamente mantener relaciones sexuales con mujeres viudas o solteras de clase alta. Sin embargo, no existía ningún impedimento en tenerlas con prostitutas o esclavas.



La fidelidad, dentro del matrimonio, por parte de los hombres no era un hecho demasiado apreciado.
Por el contrario, las mujeres de clase alta tenían completamente prohibido el sexo fuera del matrimonio. Algunas mujeres, de buena familia, para librarse de las severas leyes contra el Stuprum, en época imperial, se registraban ante los ediles como prostitutas.



LA PROSTITUCIÓN

La prostitución en Pompeya estaba legalizada y como tal gravada mediante impuestos. Los burdeles eran un negocio como otro, aunque por algunas comedias es posible conjeturar que el comercio de esclavos para este fin estaba mal visto.



En cuanto a su estatus social, las prostitutas, ya fueran esclavas o libertas, tenían un oficio considerado vergonzoso, al igual que actores o gladiadores. Para diferenciarse de las mujeres respetables estaban obligadas a vestir de una forma determinada: debían vestir la toga de hombre, preferiblemente color naranja.




LAS ESCLAVAS DE LA CASA

La esclavitud durante el imperio llevaba implícita la disponibilidad sexual. De este modo el amo tenía derecho a todas las esclavas de la casa. Y los esclavos, también eran susceptibles de gozar de los favores sexuales de las esclavas,siempre,bajo la aprobación del propietario. Sin embargo entre las libertas no esta claro el hecho de que fueran más promiscuas que las mujeres libres.





LOS BURDELES

Las prostitutas que trabajaban en los burdeles probablemente eran esclavas o libertas, aunque resulta difícil afirmarlo a ciencia cierta por los mensajes de los graffiti. Procedían bien de la exposición de niños, bien vendidas por sus propios padres eran educadas para tal fin. Sus orígenes étnicos serían heterogéneos.



En el lupanar de Pompeya algunos nombres de prostitutas que aparecen en los graffiti son de origen griego, aunque no se puede saber con certeza si eran sus nombres originales o simplemente pseudónimos utilizados para ejercer su oficio. El estatus de esclavas de las prostitutas conducía a que las ganancias revertieran sobre el propietario del local. En cuanto a los precios estos oscilaban entre 2 y 16 ases.



Por los graffiti se puede barajar la posibilidad de que los servicios fueran más económicos en las tabernas que en el lupanar.



En aquellos tiempos el costo de un vaso de vino podría ser el de 1 as. Es probable que fueran los ciudadanos más pobres, que no contaban de esclavas con las que satisfacerse en su propia casa, fueran quienes engrosaban las filas de los clientes de los burdeles.



LAS TABERNAS

Las tabernas en algunas ocasiones tenían mujeres trabajando como camareras, sirviendo alimentos. Estos locales tenían en el piso superior habitaciones cuya función probablemente seria la prostitución ocasional.



La hipótesis de esta doble función de las camareras en las tabernas pompeyanas, es deducible gracias a la existencia de graffiti, escritos por los mismos clientes con mensajes referidos a sus atractivos.



Incluso algunos dan información sobre los precios. Sin embargo faltan evidencias que demuestren que las taberneras que en ocasiones se acostaran con los clientes en los propios lugares fueran catalogadas como prostitutas con las implicaciones sociales que este hecho entrañaba.



EL LUPANAR DE POMPEYA

Etimológicamente lupanar procede de lupa, que en latín significa tanto loba como prostituta. En Pompeya se han registrado unos 25 locales dedicados a la prostitución. Basándose para su catalogación como tales en indicios como las pinturas de las paredes, o por los graffiti en las puertas de alguna casa, como puede ser el que ofrecía los servicios de una tal "Eutiquide" por dos ases.



Sin embargo el lupanar, propiamente dicho, se caracteriza por su localización céntrica en la ciudad y por ser el único construido exclusivamente para tal uso. A pesar de que existieran otros lugares en los que la relación sexo y dinero sea probable según los indicios arqueológicos. Por la impronta de una moneda en el estuco de la pared, se que cree data del año 72, pocos años antes de la famosa erupción. Esta articulado en dos plantas, cada una con sus letrinas, provistas muros para proteger la intimidad, y 5 habitaciones, con pequeñas camas construidas en obra sobre las que se con toda probabilidad se colocaban colchones. Las paredes están decoradas con frescos que ilustraban diferentes posturas amorosas. Dentro del lupanar se han localizado un número elevado de graffiti, unos 150, con referencias explicitas a la prostitución.






CLASIFICACIÓN DE PROSTITUTAS EN LA ANTIGUA ROMA:

-Delicatae: eran las putas de lujo a las que únicamente tenían acceso los más poderosos. Las que ahora se eligen con un catálogo y se les pone un pisito.



-Famosae: mujeres que sin ninguna necesidad, por su posición social,  practicaban sexo por puro placer. El caso más significativo sería Valeria Mesalina, esposa del emperador Claudio. Como sería de libidinosa esta mujer que, aprovechando la ausencia de su esposo, organizó un concurso en palacio con las meretrices de Roma basado en ver quien se podía acostar con más hombres en un solo día. El “colegio” de prostitutas aceptó el reto y envió a Escila, una auténtica profesional que realizó veinticinco coitos antes de rendirse… Mesalina prosiguió durante la noche y, tras declarar que no se sentía aún satisfecha después de haber yacido con setenta hombres, continuó hasta el amanecer. El recuento final fue doscientos…



-Lupae: las que ejercía el oficio en los lupanares.

-Noctilucae: las que sólo trabajaban por la noche.




-Copae: las que trabajan en la Caupona (era una tienda de bebida rápida y comidas frías ya preparadas – generalmente vino, chacinas, quesos o encurtidos – que podías tomar o llevar. No había bancos ni mesas, sino una barra al exterior en la que los clientes por un as podían templarse con una copa de vino y algo que roer).



-Fornicatrices: los que se lo hacen bajo los arcos de puentes o edificios. El términofornix significa arco de donde proviene fornicar (tener relaciones con una puta).

-Forariae: ejercían en los caminos rurales próximos a Roma y sus principales clientes eran los viajeros.



-Bustuariae: cerca de cementerios… con un poco de misterio.

-Prostibulae: en la calle sin ningún control. Recordemos que según escribió Tácito, historiador romano, las mujeres que querían ser prostitutas estaban obligadas a registrarse ante la oficina del edil. Una vez inscritas (nombre, edad, lugar de nacimiento, y su “nombre de guerra”) se concedía la licencia (licentia Stupri)




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DIBUJO DE UN LUPANAR EN UNA CALLE DE POMPEYA:




Y AQUÍ VEMOS MUCHOS FRESCOS ENCONTRADOS EN LA CIUDAD ROMANA DE POMPEYA, QUE INDICAN QUE LA PROSTITUCIÓN ERA ALGO MUY NORMAL Y EXTENDIDO, APARTE DE SEÑALES EN LAS PIEDRAS Y ALGUNA ESCULTURA TESTIMONIAL DE ALGÚN OTRO LUGAR FUERA DE POMPEYA (TAMBIÉN PODÉIS VER UN PAR DE IMÁGENES DEL INTERIOR DE LO QUE ERA LA HABITACIÓN DE UN LUPANAR EN POMPEYA):







































































































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