sábado, 6 de mayo de 2017

CAYO NIMFIDIO SABINO

Cayo Nimfidio Sabino o Nimfidio Sabino (35 - 68) fue Prefecto del Pretorio (líder de la Guardia Pretoriana, la guardia imperial romana) durante el reinado de Nerón (65 - 68). Compartió el cargo con Cayo Ofonio Tigelino, que sustituyó a su predecesor Faenio Rufo. Durante la segunda mitad de la década de los 60, la impopularidad de Nerón creció tanto entre el pueblo como entre el ejército, dando lugar a una serie de rebeliones que acabaron derrocándole y le obligaron a suicidarse en 68. Nimfidio tomó parte en la conspiración contra Nerón y persuadió a la Guardia Pretoriana para que desertara, pero cuando trató de coronarse emperador fue asesinado por sus propios soldados.
 
Nimfidio Sabino era hijo de una liberta imperial llamada Nimfidia. Algunos historiadores han especulado con la posibilidad de que su padre fuera un gladiador llamado Martiano, o que Nimfidio fuera un hijo ilegítimo del emperador Calígula.
 
Tras el fracaso de la conspiración liderada por el senador Cayo Calpurnio Pisón que tenía como objetivo derrocar a Nerón, las ejecuciones de hombres de importante rango en la administración brindaron la oportunidad a muchos romanos de alcanzar posiciones de poder. Entre los que ascendieron por esta época se encuentra Nimfidio Sabino, que se convirtió en Prefecto del Pretorio junto a Tigelino tras la muerte de su anterior colega Faenio Rufo.
 
Nimfidio fue consolidando gradualmente su poder entre los pretorianos y Galba se ganó su lealtad al prometerles una generosa recompensa si le declaraban emperador. Las revueltas generalizadas de todos los gobernadores provinciales iniciadas por Cayo Julio Vindex llevaron a Nerón al suicidio en 68.
 
Durante el período de incertidumbre que se apoderó de Roma entre la muerte de Nerón y la llegada de Galba a la capital del Imperio, Nimfidio organizó la "dimisión" de Tigelino y se proclamó como único comandante de las fuerzas pretorianas. Galba sin embargo nombró un sustituto para Tigelino, Cornelio Lacón y tomó medidas para eliminar a sus posibles rivales (por ejemplo, el asesinato de Lucio Clodio Macro en la provincia de África), todos los cuales habrían hecho que Nimfidio empezara a sentir miedo.
 
Nimfidio decidió declarar que él mismo era sucesor legítimo de Nerón, reivindicación que se apoya en la dudosa afirmación de que era hijo ilegítimo de Calígula. Los pretorianos, temerosos de cómo reaccionaría Galba si apoyaban al Prefecto rebelde, asesinaron a Nimfidio antes de que el nuevo emperador llegara a Roma.
 
La importancia de Nimfidio no sólo se debe al decisivo papel que desempeñó durante la caída de Nerón, sino también porque es uno de los mejores ejemplos de cómo un hombre podía superar las taras de la mediocridad de su linaje e impulsarse a puestos de gran importancia dentro del Imperio, así como la enorme importancia de la lealtad de la Guardia Pretoriana durante las rápidas sucesiones que acaecieron en el turbulento Año de los cuatro emperadores.



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