lunes, 17 de abril de 2017

ELIO DONATO


 
Elio Donato (latín:Aelius Donatus) fue un gran gramático en lengua latina del siglo IV. Fue, sin duda, el gramático más influyente de su época (como señala el título de clarissimus que le fue otorgado), si bien de su vida no se conoce mucho. Probablemente es de origen africano, enseñó también retórica y tuvo entre sus alumnos a Jerónimo de Estridón y Tirannio Rufino.
 

Bajo el nombre de Donato nos llegaron obras gramaticales y exegéticas.

Pertenecen al primer grupo Ars grammatica, tan renombrada en la antigüedad que suscita el interés de comentarios posteriores como Marco Servio Honorato, Cledonio y Pompeo Mauro.
 
La primera parte, más breve y simple, está dedicada a aquéllos que comienzan los estudios gramaticales; estructurada con un modelo de preguntas y respuestas, trataba de las ocho partes del discurso. La segunda parte, dividida en tres libros, trataba de fonética, métrica y estilística.
 
Normalmente estas dos secciones están identificadas como Ars minor y Ars maior y seguidamente son consideradas dos obras separadas. Tal separación es consecuencia del progresivo abandono de la primera parte más simple a favor de la segunda más completa, iniciado en la época antigua (con Pompeo) y consagrado posteriormente en época medieval. El 'ars minor permaneció, de cualquier forma, hasta el Renacimiento como texto útil para iniciar el estudio del latín.
 
Entre las obras exegéticas se recuerda el comentario sobre las comedias de Terencio, incompleto, pues no nos llegó la parte relativa al Heautontimoroumenos.
 
La obra se abre con una biografía del poeta, trata del De viris illustribus de Suetonio, pero ampliada por el mismo Elio Donato; sigue una introducción al género literario de la comedia; luego un comentario sobre cada una de las comedias de Terencio, cada una introducida con observaciones sobre la estructura, la historia, los personajes y el nudo.
 
Sobre el origen de tales comentarios los estudiosos no tienen certidumbre. El extremo desorden de las noticias en él contenidas, de hecho, ha dado de qué pensar, inicialmente en las relativas interpolaciones del texto (Lessing). Posteriormente, se reconocieron dos tendencias interpretativas diferentes entre sí, se ha elaborado la hipótesis de que el texto que nos ha llegado fuese una unión de dos comentarios diferentes, uno en forma de glosa, ambos de Donato, que después fueron reunidos (Sabbadini, Wessner).
 

El comentario a Virgilio, realizado con certeza antes del 363, nos llegó desafortunadamente mutilado: permanecen solamente la carta de dedicatoria a su patrón L. Munatius; la biografía del poeta; la introducción a las Bucólicas (§ 47-69) y el inicio de su explicación (§ 70-72).
 
En la Carta Donato expone el método filológico seguido por él. Sus fundamentos están constituidos por la entera de la brevitas, con una continua referencia a sus fuentes, sin excluir algunas intervenciones personales.
 
La Vida es en cambio extraída de Suetonio, de la Vita Vergili parte del De poetis, sección del De viris illustribus, que se perdió en algún momento de la época.
 
La introducción (la Praefatio) a las Bucólicas está constituida por una primera parte sobre el autor y el título de la obra, el género literario, los motivos que indujeron a Virgilio a escribir la obra y su significado. La segunda parte, en cambio, ofrece un comentario específico de la obra, concentrándose en los aspectos estéticos y métricos o en la exegesis textual.
 
 No nos llegó el breve tratado De structuris et pedibus oratoriis (conocido también sólo como De structuris), en el cual Donato analizaba las cláusulas métricas.



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