miércoles, 19 de abril de 2017

CARTA DE CICERÓN A SU AMIGO Y EDITOR TITO POMPONIO ÁTICO, QUEJÁNDOSE DE SU POBREZA


Ya no soy rico . En mis inútiles tentativas por servir a mi país descuidé mis negocios y el ejercicio de mi profesión y ahora que llega el invierno de mi vida, me siento lleno de ansiedad. Yo he conocido la pobreza y no la recuerdo con placer. Los que jamás la han conocido pueden decir que tiene sus encantos. Eso es mentira. Yo temo a la pobreza tanto como a la muerte: es degradante. Así que debo preocuparme de hacer nuevas inversiones y volver a estudiar las leyes... esas leyes que tanto se han complicado en los últimos años.




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