Cayo Aurelio Valerio Diocleciano
(245-313), emperador romano (284-305), reformó la administración del Imperio e
introdujo la tetrarquía de augustos y césares.
Nacido de padres humildes en Dalmacia, sirvió en una legión
del Ejército romano. Cuando el emperador Marco Aurelio Numeriano murió, en el
284, sus tropas le proclamaron emperador. Carino, el hermano de Numeriano,
denunció la proclamación y derrotó a las tropas de Diocleciano en Mesia, en el
285, pero fue asesinado por sus propios soldados, que reconocieron a
Diocleciano. Poco después tuvo que enfrentarse con sublevaciones en muchas
partes del Imperio, por lo que asoció al trono a Aurelio Valerio Maximiano, a
quien dio el título de césar, en el 285, y el de augusto en el 286, al tiempo
que le confiaba la parte occidental del Imperio y se reservaba para sí tanto la
oriental como el poder preeminente.
Con la intención de facilitar la defensa y administración del Imperio llevó a cabo su descentralización, nombró a dos césares en el 293. Para ello adoptó como hijo a Cayo Galerio Valerio Maximiano, conocido como Galerio, mientras que Maximiano hacía lo propio con Constancio I Cloro. El Imperio se dividió en 101 provincias, agrupadas en doce diócesis, y en cuatro partes principales, cada una de ellas dirigida por un césar o un augusto. Todos los edictos eran firmados por los cuatro dirigentes, pero Diocleciano conservó el rango superior de augusto, junto a Maximiano.
Con la intención de facilitar la defensa y administración del Imperio llevó a cabo su descentralización, nombró a dos césares en el 293. Para ello adoptó como hijo a Cayo Galerio Valerio Maximiano, conocido como Galerio, mientras que Maximiano hacía lo propio con Constancio I Cloro. El Imperio se dividió en 101 provincias, agrupadas en doce diócesis, y en cuatro partes principales, cada una de ellas dirigida por un césar o un augusto. Todos los edictos eran firmados por los cuatro dirigentes, pero Diocleciano conservó el rango superior de augusto, junto a Maximiano.
La tetrarquía facilitó el mantenimiento del orden; las
victorias sobre los enemigos de Roma, en África y Persia, extendieron las
fronteras del Imperio, más tarde reforzadas y fortificadas. La reorganización
administrativa del Imperio terminó con la primacía de Italia. Roma fue
reemplazada como capital del Imperio por Mediolanum (la actual Milán), que se
convirtió en cuartel general de Maximiano; Nicomedia, en el noroeste de Asia
Menor, fue la capital de Diocleciano; Augusta Treverorum (en la actualidad
Tréveris) en Germania, fue la base de Constancio; y Sirmium (Sremska Mitrovica,
en lo que ahora es Serbia) en Panonia, el centro administrativo de Galerio. A
pesar de la descentralización provocada por la tetrarquía, el sistema político
evolucionó a formas cada vez más autocráticas.
Diocleciano introdujo el
ceremonial oriental en su corte, adoptó el sobrenombre de Jovius (uno de los
nombres de Júpiter) y asignó a Maximiano el de Heraclio (derivado de Hércules).
Sus leyes fueron rígidas y opresivas, en particular el llamado Edicto de
Diocleciano o del Máximo (301), que fijó los precios máximos de las mercancías
y los salarios en todo el Imperio. Sin embargo, el Edicto resultó inaplicable y
pronto se abandonó.
Los severos cambios en el sistema de recaudación de
impuestos resultaron más duraderos. Hicieron responsables a los funcionarios
civiles del pago de cantidades fijas, lo que provocó el aumento violento de la
fiscalidad. En el aspecto religioso, Diocleciano acentuó el carácter divino del
emperador y, persuadido por Galerio, reanudó las persecuciones contra los
cristianos, que comenzaron en el 303. Dos años más tarde renunció al poder y
obligó a Maximiano a secundarle en su abdicación, dejando la sucesión, como
había planeado, a Galerio y Constancio. Se retiró a su propiedad campestre,
cerca de Salona (Dalmacia), en cuyo palacio de Spalato (actual Split) falleció
en el 313.
LOS BAÑOS DE DIOCLECIANO
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EL PALACIO DE DIOCLECIANO
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DIOCLECIANO EN SALONIA
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