sábado, 5 de septiembre de 2020

ALEJANDRO MAGNO SE NIEGA A BEBER AGUA QUE NO HAY PARA TODOS, SI ANTES NO BEBE PRIMERO EL ÚLTIMO DE SUS SOLDADOS


Con la marcha y persecución, que fue penosa y larga, habiendo andado a caballo en once días tres mil trescientos estadios, llegaron a flaquear y desalentarse la mayor parte, principalmente por la falta de agua. Allí se encontró con algunos macedonios que en acémilas llevaban odres llenos de ella, y viéndole éstos mortificado de la sed, porque venía a ser entonces la hora del mediodía, llenaron sin dilación el casco y se lo presentaron; mas habiendo preguntado para quiénes conducían aquella agua, y ellos respondiesen: “Para nuestros propios hijos; pero viviendo tu, otros tendremos si perdiéremos éstos”, tomó al oírlo el casco en las manos; pero volviendo la vista y observando que los soldados de a caballo que le acompañaban todos tenían inclinada la cabeza y fijos los ojos en la bebida, lo devolvió sin haber bebido, y dándoles las gracias les dijo: “Si yo solo bebiere, éstos desfallecerán todavía más”; y ellos, viendo su templanza y su grandeza de ánimo, gritaron que los condujese con toda confianza, y aguijaron los caballos, porque ni se cansarían, ni tendrían sed, ni se acordarían que eran mortales mientras tuviesen un rey como él.

( Plutarco )






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