INTRODUCCIÓN
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Cneo Pompeyo Magno (106-48 a.C.), general
y político romano, aliado y yerno de Julio César, más tarde su gran rival por
el poder, durante el inicio del fin de la República romana.
EL CONSULADO COMPARTIDO Y EL TRIUNVIRATO
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Nació el 29 de septiembre del año
106 a.C., con el nombre de Cneo Pompeyo, en una familia senatorial; su
padre, Cneo Pompeyo Estrabón, fue cónsul en el 89 a.C. A los diecisiete
años, Pompeyo luchó junto a su padre, del lado de Lucio Cornelio Sila, contra
la facción de Cayo Mario y Lucio Cornelio Cinna.
En el 84 a.C., alzó tres
legiones y derrotó a los partidarios de Mario, destruyendo más tarde al resto
de la facción en África y Sicilia (81 a.C.). A su regreso a Roma, fue
honrado con el título de Magno (el Grande).
Posteriormente, Pompeyo venció a
los seguidores de Marco Emilio Lépido, un antiguo partidario de Sila, y acabó
con los partidarios de Mario en Hispania (77-71 a.C.), con lo que llevó a
cabo la conquista de Celtiberia, poniendo fin a la guerra en la península
Ibérica.
A su regreso a la península Itálica, Pompeyo derrotó la rebelión de
los esclavos instigada por Espartaco. Se convirtió en ídolo de la plebe y fue
elegido cónsul en el año 70 a.C., junto con Marco Licinio Craso.
Desde el 67 hasta el 66 a.C.,
Pompeyo acabó con la piratería en el mar Mediterráneo y se encargó de las
provincias de Oriente y de la guerra contra Mitrídates VI Eupátor.
Entre los
años 66 al 62 a.C. derrotó a Mitrídates, a Tigranes el Grande, rey de
Armenia, y a Antíoco XIII, cuyo reino, Siria, anexionó a los dominios romanos;
de esta manera dobló los ingresos del tesoro e incrementó su fortuna personal.
También dominó a los judíos y capturó Jerusalén. A su regreso a la península
Itálica licenció a su ejército, y en el 61 a.C. entró en Roma de manera
triunfal por tercera vez. Después de su retorno, deseaba que el Senado
ratificara su actuación en Asia y que se concedieran ciertas tierras a los
veteranos de su ejército. Sin embargo, el Senado no aceptó sus deseos. Pompeyo
se volvió entonces contra el partido aristocrático y formó una alianza con Julio
César y Craso, creando el primer triunvirato (60 a.C.).
La hija de César,
Julia, se casó con Pompeyo; al año siguiente, César se dirigió hacia la Galia,
donde se mantuvo durante nueve años conquistando la región, mientras que
Pompeyo permanecía en Roma.
EL CONSULADO EN SOLITARIO Y SU DERROTA
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La relación entre Pompeyo y Craso se deterioró
y, al mismo tiempo, aquél se sintió celoso de los éxitos de César en la Galia.
No obstante, renovó el triunvirato en el 56 a.C. y obtuvo el gobierno de
Hispania, contando con siete legiones para administrarla desde Roma.
En el
54 a.C., Julia murió y, un año después, Craso falleció en Carres luchando
contra los partos. En el 52 a.C., Pompeyo fue nombrado único cónsul para
restablecer el orden en Roma. También obtuvo el apoyo del partido
aristocrático, cuyos miembros anhelaban reprimir las ambiciones de César y
destituirlo de su mando.
César consintió en dejar su cargo y regresó a Roma, a
condición de que Pompeyo, que tenía un ejército cerca de esa ciudad, hiciera lo
mismo. El Senado insistió en una renuncia incondicional; César cruzó el río
Rubicón en el 49 a.C. y desafió al Senado y a sus ejércitos, mandados por
Pompeyo.
Éste retiró sus tropas a Brundisium (la actual Brindisi) y después a
Grecia. Mientras tanto, César tomó el control de la península Itálica y derrotó
a los seguidores de Pompeyo en Hispania, antes de cruzar el Adriático en
persecución de su líder.
Pompeyo, que había reunido un gran ejército, venció en
los primeros enfrentamientos, pero fue derrotado en el año 48 a.C. en
Farsalia, en el norte de Grecia, y huyó a Egipto, donde fue asesinado el 28 de
septiembre del año 48 a.C.
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