sábado, 29 de noviembre de 2014

SILA CUENTA UNA ANÉCDOTA DE SU JUVENTUD





Mi querido Pompeyo Magno, cuando yo era joven me quise marchar una temporada en un lugar desconocido y fuera de Roma. Quise ser y sentirme libre. Quise pasar un tiempo en alguna ciudad del campo en que no conocieran mi maldita cara; poder comer y beber hasta vomitar, dejar preñadas a una docena de mozas, y enzarzarme en cincuenta peleas con hombres de los que piensen que pueden vencerme con un brazo atado a la espalda, hacerme a todos los niños bonitos que encuentre y dejarles el culo hecho cisco Y luego, después de todo eso, volver otra vez con mi amante de Roma y ser feliz con ella. Así era yo de jovencito.


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