domingo, 1 de septiembre de 2019

INSCRIPCIÓN FUNERARIA DE UN PROXENETA



Aquí yace Silo, que llevaba a los agradables banquetes de jóvenes las chicas licenciosas que deseasen; cazador de chicas débiles que se ganaba un salario deshonroso traficando con carne humana. Pero caminante, no tires piedras a su tumba ni le pidas a otro que lo haga. Está muerto y enterrado. Perdónale, no porque le pareciese bien ganarse así la vida, sino porque, al proporcionarles mujeres corrientes, apartaba a los jóvenes del adulterio.





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