jueves, 10 de octubre de 2019

DISCURSO DE ESPARTACO SOBRE QUINTO SERTORIO Y LA LIBERACIÓN DE LA ESCLAVITUD



Todos habéis oído hablar de Quinto Sertorio . Es un romano que se ha sublevado contra el sistema que produce hombres como Batiato. Ha logrado el apoyo de Hispania entera y pronto se pondrá en camino hacia Roma para proclamarse dictador y establecer un nuevo tipo de república. Lo sabemos porque la gente hablaba de ello en los lugares en que nos enviaban a combatir. Y nos hemos enterado de que en Italia muchos desean a Sertorio en Roma; sobre todo los samnitas.

 

¡Yo sé lo que voy a hacer!. Voy a ir a Hispania a unirme a Quinto Sertorio. Y si fuera posible, le llevaría otro ejército, un ejército que ya haya asestado golpes a la Roma de Sila y a sus continuadores. Voy a reclutar hombres en Samnio, Lucania y todas las regiones de Italia que deseen ver una Roma nueva en lugar de resignarse a un miserable destino. Voy a reclutar esclavos de Campania ofreciéndoles el derecho de ciudadanía en la Roma de Quinto Sertorio. Tenemos armas de sobra y podemos reclutar más hombres. ¡Y si Roma envía tropas contra nosotros, las derrotaremos y nos apoderaremos de las armas!. Lo único que puedo perder es la vida y he jurado que nunca más me resignaré a la clase de existencia a que me obligaba Batiato. Un hombre, aunque sea esclavo, debe tener derecho a reunirse con sus congéneres.

 

¡Soy un hombre y dejaré huella!. ¡Pero todos vosotros deberíais decir lo mismo!. Si seguimos juntos y formamos el núcleo de un ejército, podremos defendernos y dejar honda huella. Si nos esparcimos en mil direcciones, todos nosotros, hasta el último, nos veremos obligados a huir, huir, huir... ¿Por qué correr como gamos si podemos caminar como hombres?. ¿Por qué no buscarnos un lugar en la Roma de Quinto Sertorio preparándole el terreno en Italia y uniéndonos a él cuando llegue?. Roma tiene pocas tropas en Italia, como bien sabemos. ¿No hemos oído que en Capua se quejan de que su economía va mal porque los campamentos de legionarios están vacíos?. Yo fui tribuno militar. Crixo, Enomao y muchos de vosotros habéis sido legionarios de Roma. ¿Hay algo que los iguales de Lúculo o de Pompeyo Magno, en cuanto a formar y conducir un ejército, no sepamos yo, Crixo, Enomao o cualquiera de vosotros?. ¡No es difícil conducir un ejército!. ¿Por qué no convertirnos en ejército?. ¡Podemos ganar victorias!. En Italia no hay legiones de veteranos que puedan detenernos; sólo cohortes de reclutas novatos. Los soldados veteranos se sentirán atraídos por nuestra causa... samnitas y lucanos que luchan por sacudirse el yugo de Roma. Y entre todos podemos entrenar a los que se unan a nosotros sin experiencia bélica. ¿Es que un esclavo es un hombre sin capacidad guerrera y sin valor?. Los ejércitos de esclavos han estado a punto varias veces de llevar Roma a la ruina, y fracasaron únicamente porque los dirigían quienes no conocían las estrategias militares de Roma. ¡ No eran romanos quienes los dirigían!.

 

¡Yo conduciré nuestro ejército y lo llevaré a la victoria!. ¡Y se lo entregaré a Quinto Sertorio cargado de laureles y con Roma e Italia a sus pies!. Sólo os pido que lo penséis.








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