Que un difunto no sea enterrado ni
incinerado dentro de la ciudad. Que no se haga más que lo siguiente: que la
leña de la pira no se pula con un hacha. Que las mujeres no se arañen las
mejillas ni entonen lamentos durante el funeral... Y no debe utilizarse oro en
la sepultura. Ni siquiera si al difunto le han atado los dientes con oro. Pero
si es enterrado o incinerado con ese oro, que no sea considerado un delito.
Pasión por los romanos. Un blog de divulgación creado por Xavier Valderas que es un largo paseo por el vasto Imperio Romano y la Antigüedad, en especial el mundo greco-romano.
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