lunes, 1 de mayo de 2023

PUBLIO CORNELIO TÁCITO DICE SOBRE LAS LEYES Y LA CORRUPCIÓN

“Muchas son las leyes en un estado corrompido”.

 

 La famosa frase que  Publio Cornelio Tácito escribió en su obra Anales y que dice: "Muchas son las leyes en un estado corrompido" sugiere que cuando un estado tiene demasiadas leyes, puede ser difícil para los ciudadanos comprender y cumplir con todas ellas. Esta complejidad y confusión pueden llevar a la corrupción y al incumplimiento de las normas, creando una cultura en la que las leyes son vistas como una molestia, un estorbo, y hasta un instrumento de represión contra los mismos ciudadanos, en lugar de una herramienta para proteger a la sociedad.

 La frase de Tácito resalta una problemática común en muchos sistemas legales: la complejidad excesiva. En efecto, cuando hay demasiadas leyes y regulaciones que son difíciles de entender y de cumplir, la sociedad puede llegar a ser más propensa a la corrupción y a la violación de las normas.

 

Por ejemplo, en algunos países la cantidad de leyes y regulaciones que existen es tan grande que incluso los expertos legales tienen dificultades para entenderlas en su totalidad, pero si no las cambian, es porque en cierto sentido les benefician para seguir conservando el poder y lucrarse al mismo tiempo. Aparte, esto significa que para una persona común y corriente, cumplir con todas las normas puede ser una tarea desalentadora y confusa, y que si es posible, tratará de eludirla para evitarse peores complicaciones. Y claro, para esto hay que tener conocimiento de causa, y vivirlo en carne propia.

 

Además, la complejidad del sistema legal puede desalentar la participación ciudadana en la toma de decisiones políticas. Si las leyes son tan complejas que solo pueden ser comprendidas por un pequeño grupo de expertos con mucho poder y que dominan a la perfección la maquinaria del Estado, esto puede hacer que la población pierda interés en la política y se sienta excluida del proceso, mientras se van aprovechando y hasta lucrando los que tocan poder y que naturalmente se resisten a dejarlo ya que en muchos casos viven muy bien de ello., aunque esto no sea lo justo ni lo moralmente ético.

 

 En un estado con un sistema legal complejo, los ciudadanos pueden sentirse hastiados y confundidos por la cantidad de leyes y regulaciones, que casi vienen acompañadas de más impuestos para financiar y hacer cumplir esas leyes, lo cual provoca aún mucho más descontento e indignación entre los ciudadanos. Esta complejidad también puede crear oportunidades para la corrupción, ya que las regulaciones pueden ser mal interpretadas, o ser aprovechadas de ellas por aquellos que tocando poder o teniendo puestos claves con poder, buscan lucrarse robando de ese sistema que por sí mismo fomenta la corrupción en todas las esferas administrativas del Estado.

 

Por otra parte, es importante destacar que una legislación compleja también puede ser costosa. Casi siempre, las leyes y regulaciones se acompañan de más impuestos y cargas administrativas que pueden ser difíciles de cumplir para las empresas, todo tipo de entidades y organizaciones, y los propios ciudadanos comunes.

 

Por lo tanto, es importante que las leyes sean claras y accesibles para todos, y no solo para los expertos legales que son los que saben cómo manejar la compleja maquinaria del Estado. Unas leyes más breves y mejorables pueden ayudar a hacer una sociedad más justa y equitativa, tal como ya explicó en su momento el conocido filósofo griego Platón.

 De hecho, cuando Platón tenía 70 años, ya con mucha vida y experiencia, escribió lo siguiente: “La ley es la razón de la ciudad, así como la razón es el gobierno del hombre. La causa inmediata de la ley es el juicio del legislador, pero la remota y última es la divinidad. La autoridad, sometida a la ley, educa al ciudadano para que sea virtuoso y obtenga la felicidad, que es también la finalidad última de la ley”.

 

Por eso es importante que la legislación sea vista como un arte, y que los órganos de control garanticen la transparencia y eviten la tentación de la corrupción, y para esto se necesitan legisladores honestos, muy preparados, y con sentido común de lo que es pretender una sociedad mejor en la que poder vivir, prosperar, y desarrollarse como ciudadano.

 Y todo esto que al mismo tiempo permitan a los ciudadanos comprender cómo funciona el sistema legal y detectar la corrupción, también participando con involucrarse en ese control administrativo al optar por cargos electos en las administraciones públicas. Para esto Roma tenía un sistema de elecciones, y una separación de poderes tradicional para equilibrarlo, y no volver a la monarquía absoluta de los primeros tiempos en que la plebe quedaba marginada y expuesta a capricho de la corte. 

Por eso Roma dejó de ser monárquica y pasó a ser republicana, y esto fue causa, también, de que se ilustrara al máximo la clase dirigente, y se pudiera llegar a tener un imperio tan extenso y de una duración de varios siglos, que dejaría un legado para otros varios siglos de más llegando hasta tiempos actuales.

 

Cuestionando el tema de las leyes corruptas que denuncia Tácito, por ejemplo, en lugar de tener leyes complejas que intenten regular cada detalle de la vida cotidiana, se podrían crear leyes más simples y fácilmente comprensibles, que se centren en proteger los derechos y libertades de los ciudadanos ( que en muchos casos suelen guiarse por el sentido común, el menos común de los sentidos cuando suele reinar más la corrupción política, moral y social), para que se sientan más seguros y al mismo tiempo respaldados por el propio Estado.

 

En definitiva, no se trata de crear más leyes, sino de crear leyes más efectivas, más justas y más accesibles para todos. Y esto solo es posible si lo hacen personas honestas, justas, preparadas, y con sentido del patriotismo ( es decir, tienen que sentir amor hacia su propio país, y respeto a su propia Historia).

 

Según la frase de Tácito, parece que él creía que la corrupción en un Estado podía surgir como resultado de un sistema legal complejo y excesivamente regulado. Al parecer, Tácito consideraba que la existencia de muchas leyes y regulaciones complicadas podía fomentar el incumplimiento de las normas y la aparición de interpretaciones que facilitan la corrupción. Por eso su crítica la resumió en que a más leyes, más corrupción.

 

Es posible que Tácito en su forma de entender las cosas considerara que la complejidad del sistema legal y la excesiva regulación podían tener varios efectos negativos. Por ejemplo, si el sistema legal es tan complejo que solo los expertos pueden entenderlo, esto puede hacer que el ciudadano común se sienta excluido y desconfiado del sistema, lo que a su vez puede aumentar la posibilidad de que se produzcan conductas corruptas.

 

También es posible que Tácito considerara que la complejidad del sistema legal podía ser costosa, lo que podía generar corrupción en el sentido de que los ciudadanos y las empresas podían verse tentados a sobornar a los funcionarios para evitar cumplir con las regulaciones y leyes complejas, y lo mismo evadir o camuflar capitales para dejarlos lejos e inaccesibles al control y seguimiento legal.

 

En general, Tácito parecía estar preocupado por el efecto de la complejidad del sistema legal en la corrupción, y puede haber creído que la simplificación y la mejora de las leyes y regulaciones podrían ayudar a reducir la corrupción en un Estado. ¿Vosotros pensáis lo mismo?.


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