miércoles, 21 de diciembre de 2022

DIFICULTADES DE ADRIANO EN ELEGIR SUCESOR PARA EL TRONO IMPERIAL

Embargado de preocupación por buscar un sucesor pensó primero en Serviano al que, como ya dijimos, obligó después a morir. Mantuvo en el más absoluto desprecio a Fusco porque, instigado por los presagios y prodigios, había concebido la esperanza de alcanzar el Imperio. Fue condenado a muerte. Detestó a Platorio Nepote, al que antes había amado de tal manera que, cuando acudió a visitarle porque se hallaba enfermo, o no le admitió a su presencia por considerarle sospechoso, pero tampoco le castigó. Y detestó igualmente a Terencio Genciano, aunque a éste con más violencia aún porque veía que el Senado le apreciaba y, finalmente, a todos aquellos que pensó que accederían al poder imperial, como si se tratara de futuros emperadores. Y, realmente, reprimió toda la fuerza de su congénita crueldad hasta el momento en que estuvo a punto de morir en su residencia de Tívoli, debido a una hemorragia. Entonces ya, sin traba alguna, después de haber dado muerte a muchas personas directamente o mediante manejos ocultos, obligó a Serviano a suicidarse, acusándole de que aspiraba al trono porque había obsequiado con una cena a los esclavos imperiales, porque se había sentado en el escaño real que estaba junto a su lecho y porque se había presentado en actitud marcial ante las guardias de los soldados, a pesar de ser un anciano de noventa años.

 ( Historia Augusta )




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