Anoté y enmendé este agradable regalo de mi amigo;
aceptando la tarea, me entregué
a ella con dedicación.
Quienquiera que lea, relea
dichoso y perdone benigno
si alguna cosa se le pasó a una
mente poco desocupada,
en un tiempo en que
suministramos pinturas al circo
y desde el canal alzamos un
escenario improvisado,
para que Roma tuviera
triunfante juegos y carreras
a la vez, y un combate de
diferentes fieras junto con ello.
Y es que merecí tres bravos
seguidos, tres grupos del pueblo
por los graderíos acompasaron
aplausos en mi honor.
Estos desperdicios del
patrimonio corren en busca de fama,
pues tales pérdidas acarrean el
fruto de la popularidad.
Así los espectáculos conservan
tantas riquezas derrochadas
y de los tres festivos perdura
un solo día,
y traspasa a la eternidad
vivificadora a su promotor Asterio
por ofrecer a las togas unas
funciones tan bien concebidas.
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