jueves, 19 de abril de 2018

INFORME DE LUCIO CORNELIO SILA SOBRE LAS MIGRACIONES DE LOS GERMANOS Y SU AMENAZA DE INVASIÓN SOBRE TERRITORIO ROMANO TRAS SU MISIÓN DE ESPÍA


No se denominan germanos y no se consideran un solo pueblo. Son cimbros, teutones, marcomanos, queruscos y tigurinos. La patria de los cimbros y los teutones es una península larga y ancha que hay al norte de Germania, vagamente descrita por algunos geógrafos griegos, que la denominaron Quersoneso Címbrico. Parece que la mitad norte es el país de los cimbros y la mitad que se une al continente de Germania es el de los teutones. Aunque ellos se consideran pueblos distintos, no se aprecian diferencias fisicas en ambos pueblos, si bien el idioma varía algo, pero se entienden.




No eran pueblos nómadas, pero no conocían la agricultura tal como se da entre nosotros; parece ser que allí el invierno es más húmedo que nevoso y que la tierra produce una estupenda hierba todo el año. Así que vivían del ganado, complementado con avena y centeno. Comen buey, beben leche, algunas verduras, algo de pan negro duro y gachas.



Luego, hacia la época de la muerte de Cayo Graco, unos veinte años como máximo, sufrieron un año de inundaciones debido a que la gran cantidad de nieve de las montañas hizo crecer sus grandes rios, además de que llovió mucho, hubo tormentas desastrosas y altas mareas, y el océano Atlántico cubrió toda la península. Al retirarse el mar, el suelo tenía excesiva salinidad, no crecía la hierba y los pozos estaban salobres. Entonces construyeron un ejército de carros, reunieron el ganado y los caballos que les quedaban y se pusieron en movimiento en busca de otro país.



Pero no eran todos. Los viejos y los débiles fueron eliminados y enterrados en grandes túmulos. La migración sólo la emprendieron los guerreros, las mujeres jóvenes y los niños. Yo calculo que la iniciarían unos seiscientos mil, rumbo al sudeste por el valle del gran río que denominamos el Albis. No se sabe por qué no se quedaron en las riberas del Albis. Parece que se pusieron en manos de sus dioses en espera de que alguna señal divina les indicara una nueva patria. Desde luego no parece que encontrasen mucha resistencia al avance, al menos a lo largo del Albis. Finalmente, llegaron al nacimiento del gran río y por primera vez en la memoria de la raza vieron grandes montañas, porque el Quersoneso Címbrico es completamente plano, con terrenos bajos.



Las montañas les impresionaron bastante. Sus dioses eran dioses celestes, pero al ver aquellas torres que tocaban el vientre de las nubes, se pusieron a adorar a los dioses que supusieron habitaban bajo las torres y las habían levantado sobre el suelo. Desde entonces no se han alejado mucho de las montañas. En el cuarto año de la migración cruzaron una cuenca alpina y pasaron de la cabecera del Albis a la del Danubius, un río del que sí sabemos más. Allí giraron rumbo al este, siguiendo su curso hacia las llanuras de Geta y Sarmacia.



Se supone que se encaminaban al mar Euxino. Pero los boyos les cortaron el paso hacia la cuenca norte de Dacia y se vieron obligados a seguir el curso del Danubius por la región en que ese río tuerce bruscamente hacia el sur en Panonia. Los boyos son celtas y tengo entendido que celtas y germanos no se mezclan.Pero lo interesante es que en ninguno de los sitios en que los germanos decidieron asentarse lucharon por hacerse con la tierra. Al menor signo de resistencia por parte de las tribus locales, reemprendían la marcha. Luego, en una zona cercana a la confluencia del Danubius con el Tisia y el Savus, se estrellaron con otro muro de celtas, esta vez de nuestros enemigos los escordiscos



Quizá uno de sus principales problemas es que no tenían un jefe digno de ese nombre; ni un plan determinado, por llamarlo de alguna manera. Yo creo que esperaban que llegase el día en que un gran rey les permitiese asentarse en unas tierras deshabitadas.Y, claro, los grandes reyes no están muy predispuestos a hacerlo, aunque el caso es que dieron la vuelta y se dirigieron al oeste pero apartándose del Danubius. Primero siguieron el curso del Savus, luego torcieron algo al norte y siguieron por el Dravus hasta su cabecera. Por entonces llevaban ya errantes más de seis años sin detenerse en ningún sitio más que algunos días. Rara vez viajaban en carros. Los carros van uncidos al ganado y simplemente los guían, aunque si alguien está enfermo o hay una embarazada a punto de concebir, el carro hace de medio de transporte; pero sólo en esos.  Y, bueno, ya sabemos lo que sucedió después. Penetraron en el Noricum y en las tierras de los taun. Quienes pidieron ayuda a Roma, Roma envió a Carbo a enfrentarse a los invasores, y éste perdió su ejército. Y, como siempre, los germanos volvieron grupas en previsión de complicaciones. En lugar de invadir la Galia itálica, se dirigieron a las grandes montañas y volvieron al Danubius, ligeramente a la derecha de su confluencia con el Aenus. Los boyos no los dejaban pasar hacia el este y se dirigieron al oeste a lo largo del Danubius a través de las tierras de los marcomanos. Por motivos que no he logrado saber, un buen contingente de marcomanos se unió a los cimbros y teutones en el séptimo año de migración.



¿Y qué hay de esa tempestad de truenos?. La que interrumpió la batalla entre los germanos y Carbo, y gracias a la cual pudo salvarse parte de las tropas de Carbo. Hay quien dice que los germanos interpretaron la tormenta como señal de ira divina y que eso nos salvó de la invasión. Cuando estalló la tormenta, los cimbros, que eran los que luchaban contra Carbo por hallarse más próximos a él, huyeron despavoridos, pero no creo que fuese lo que los disuadió de penetrar en la Galia itálica. La verdad parece ser simplemente que no les gusta guerrear para conquistar territorio. En esta ocasión remontaron el curso del Danubius hasta el nacimiento. En el octavo año se les unió un grupo de auténticos germanos: los queruscos, que procedían de sus tierras cercanas al río Visurgis, y, en el noveno año, un pueblo de Helvecia llamado los tigurinos, que por lo visto vivían al este del lago Lemanna y que sí son celtas. Igual que, creo, lo son los marcomanos. Sin embargo, tanto los marcomanos como los tigurinos son celtas muy germanizados.



Esos celtas no sienten repulsa por los germanos mucho menos del rechazo que sienten por sus congéneres celtas. Los marcomanos han guerreado con los boyos durante siglos y los tigurinos con los helvecios. Así que yo supongo que al cruzar sus tierras los carros germanos, pensaron que era interesante viajar a tierras desconocidas. Cuando la migración cruzó el Jura hacia la Galia Comata, eran ya más de ochocientos mil. Y penetraron en las tierras de los pobres eduos y los ambarres y allí se quedaron más de tres años. Los eduos y ambarres eran más pacíficos, estaban romanizados. Cneo Domicio los había metido en cintura para que nuestra provincia de la Galia Transalpina estuviera tranquila. Y a los germanos empezó a gustarles nuestro rico pan blanco... ¡para untar su mantequilla!, y para mojar en la salsa de buey y acompañar sus horrorosas morcillas de sangre.



Ahora han elegido un rey común a todos. Se llama Boiorix y es un cimbro. Los cimbros son el pueblo mas numeroso. Es un nombre celta . Boiorix... de los boyos. Una nación formidable; hay colonias de boyos por todas partes: en Dacia, Tracia, la Galia Cabelluda, la Galia itálica, Helvecia, ¡qué sé yo! Quizá hace mucho tiempo instalaron una colonia entre los cimbros. Al fin y al cabo, si ese Boiorix se dice cimbro es que debe serlo. No pueden ser tan primitivos que no tengan una tradición genealógica, aunque en realidad tienen muy poca tradición genealógica.No porque sean realmente primitivos, sino porque su estructura social es diferente a la nuestra. Y distinta a la de todos los pueblos ribereños del Mediterráneo. No son un pueblo agrícola, y cuando la gente no posee tierras y granjas a lo largo de generaciones, no se desarrolla en ella esa idea de procedencia de un lugar; lo que significa que tampoco desarrollan un sentimiento de familia. Llevan una vida colectiva de tipo tribal, que para ellos es más importante. Prefieren regirse por un sistema alimentario común, que para ellos es más razonable. Si las casas son chozas para dormir, carentes de cocina, y la casa va sobre ruedas y tampoco tiene cocina, es más fácil matar reses enteras, asarlas enteras y alimentar a toda la tribu.



Su tradición genealógica se basa en la tribu, o en el conjunto de tribus que constituyen un pueblo. Tienen héroes a los que cantan, pero sus hazañas están muy adornadas por encima de la realidad, y un jefe de dos generaciones atrás se transforma en un Perseo o un Hércules y pierde todo perfil humano. Su concepto de lugar es también muy difuso. Y la posición, jefe, cabecilla o chamán, se sobrepone a la identidad del que la ostenta. ¡El individuo es la posición que ocupa! Se aísla de su familia y ésta no asciende con él; y cuando muere, la posición pasa a otro elegido por la tribu sin consideraciones a lo que nosotros llamaríamos títulos de familia. Sus ideas sobre la familia son muy distintas a las nuestras. Los cimbros cuando aún trataban de abrirse camino hacia los Pirineos, en aquel momento estaban comenzando a padecer la secuela de cualquier pueblo tras una larga guerra, igual que nosotros, sobre todo después de Arausio. 



Como todo el pueblo, menos los viejos y los tullidos, avanzan en bloque, todo guerrero caído suele dejar viuda y huérfanos, y esas mujeres son una carga, a menos que sus hijos varones tengan edad para convertirse en guerreros sin gran tardanza. Así que las viudas tienen que esforzarse por encontrar nuevos maridos entre los guerreros que aún son jóvenes o no han sabido procurarse esposa. Si una mujer consigue unirse con su hijo a otro guerrero, se le permite seguir igual que antes. Su carro es la dote; aunque no todas las viudas poseen carro ni todas encuentran pareja. Claro que poseer un carro ayuda mucho. Se les concede un tiempo de tres meses para encontrar pareja, es decir el plazo de una estación. Si no lo consiguen, se les da muerte junto con los hijos, y los miembros de la tribu que no tienen carro se los reparten a suertes. Matan a los que consideran demasiado viejos para contribuir productivamente al bienestar de la tribu, y si hay exceso de niñas, las matan también.



Los germanos y los galos son como cualquier otro pueblo bárbaro y retrasado,  y estructuran su sociedad para sobrevivir como tal; los que se convierten en una rémora que la comunidad no puede permitirse deben ser eliminados. ¿Y qué es mejor, dejarlas sueltas sin hombres que cuiden de ellas o eliminarlas? ¿Morir despacio de hambre y frío o rápido y sin dolor? Ellos lo ven así. No tienen más remedio que verlo así.



Nosotros somos distintos y sabemos cuidar a nuestros ancianos. Por escucharlos vale la pena darles comida y alojamiento, y eso es porque nosotros podemos permitirnos su conservación. Roma es muy rica; por consiguiente, Roma puede permitirse mantener a algunos por lo menos de los que no aportan nada productivo a la comunidad. Sin embargo, no condenamos la eliminación de los recién nacidos abandonados si no nos sirven o no los podemos mantener.



Pero creo que cuando los germanos encuentren una patria, se volverán más parecidos a los galos. Y los galos en contacto con griegos y romanos acaban pareciéndose a griegos o romanos. Cuando tengan una patria podrán relajar sus reglas; adquirirán suficiente riqueza para alimentar a los viejos y a las viudas cargadas de hijos. Ellos no son urbanitas, sino campesinos. También las ciudades vuelven a tener reglas distintas. Las ciudades engendran el mal de eliminar a los viejos y a los enfermos, y las ciudades reducen el sentimiento campesino del hogar y la familia. Cuanto más grande se hace Roma, más se parece a los germanos.



A principios de primavera hubo un gran consejo de todos los jefes de las tribus. Por entonces, los cimbros habían impulsado al máximo su avance hacia el oeste, con la esperanza de entrar en Hispania por la zona en que son más bajos los Pirineos. El consejo se celebró en la orilla del río que los aquitanos llaman Aturis. Habían llegado noticias ciertas de que todas las tribus de cántabros, astures, vetones, lusitanos occidentales y vascones se habían aliado al otro lado de la cordillera para contener la invasión germana. Y en este consejo, de pronto, sin que nadie lo esperase, surgió Boiorix.




Es muy joven,no tendrá más de treinta años. Es altísimo y de contextura hercúlea; tiene unos pies que parecen lubinas. Pero lo interesante es su mentalidad parecida a la nuestra. Tanto galos como germanos tienen unos esquemas mentales tan distintos a los de cualquier pueblo del Mediterráneo, que nosotros los vemos como bárbaros. Mientras que Boiorix ha demostrado estos últimos nueve meses ser un bárbaro muy distinto. Para empezar, ha aprendido a leer y escribir en latín, no en griego. Se ve que cuando un galo muestra tendencia a instruirse, aprende latín en vez de griego.



Había tenido buen ascendiente en los consejos tal vez durante cuatro años, pero en primavera se impuso a la oposición y se hizo nombrar jefe supremo; nosotros le llamaríamos rey, dado que tiene la prerrogativa de adoptar una decisión irrevocable en todas las circunstancias sin temor a caer en desacuerdo con el consejo.



Consiguió hacerse nombrar por el viejo sistema. Ni germanos ni galos efectúan elecciones, aunque a veces votan en el consejo; pero las decisiones del consejo suelen supeditarse a quien logra permanecer más tiempo sobrio o tiene la voz más fuerte. Pero en el caso de Boiorix se proclamó rey por derecho de combate, matando a todos sus adversarios. No fue un solo encuentro, sino toda una jornada de lucha en la que fueron cayendo todos sus oponentes: en total once cabecillas que mordieron el polvo al estilo homérico.



Sale rey por muerte de los rivales , pero....¿satisfacción reporta eso?.¡Es algo auténticamente bárbaro! A un rival se le aplasta en el debate o ante los tribunales para que pueda seguir luchando; todos debemos tener rivales. Teniendo rivales vivos, quien se impone más brilla por ser mejor que ellos; mientras que muertos no brilla nada. Peroen el mundo bárbaro, es decir en occidente, el criterio que impera es matar a los rivales. Es más seguro.



Boiorix después de proclamarse rey dijo a los cimbros que no iban a dirigirse a Hispania, que había lugares mucho más fáciles. Como Italia. Pero primero señaló que los cimbros iban a unirse a los teutones, los tigurinos, los marcomanos y los queruscos; y que, entonces, él seria rey de germanos y cimbros. Luego avanzó hacia el norte por la Galia Cabelluda; cruzando el Garumna, el Liger y el Sequana y entrando en las tierras de los belgas. Y allí el rey Boiorix optó por lo que denominariamos abrir negociaciones. Hasta el viaje de verano por la Galia Cabelluda, los germanos no habían mostrado interés por negociar, y cada vez que se tropezaban con uno de nuestros ejércitos impidiéndoles el paso, por ejemplo, enviaban una embajada pidiendo permiso de tránsito por territorio romano. Nosotros siempre se lo hemos negado, naturalmente. Y ellos se alejaban y no volvían a intentarlo. Nunca han titubeado, ni han solicitado sentarse a una mesa de negociaciones, ni han tratado de saber si había algo que nosotros estuviésemos decididos a pedirles para abrir negociaciones. Pero Boiorix negoció el paso de los cimbros por la Galia Cabelluda a cambio de dar a galos y belgas carne, leche, mantequilla y trabajo en los campos. Hizo un trueque de su ganado por cerveza y trigo y les ofreció sus guerreros para ayudarlos a labrar más tierras para que hubiese bastantes para todos.



 Y así, en absoluta paz y amistad, avanzaron por el curso del río Isara al norte de Sequana y, finalmente, llegaron a las tierras de una tribu belga, los aduatucos; éstos son principalmente germanos que viven en las orillas del río Mosa, más abajo del Sabis, y que también están asentados en el lindero de un vastísimo bosque llamado la Arduenna y que se extiende desde el este del Mosa hasta el Mosella, y que resulta impenetrable para los no germanos. Los auténticos germanos de Germania viven en bosques y los utilizan como nosotros las fortificaciones.



 Los queruscos proceden, en realidad, de una región de Germania no muy lejos de las tierras de los aduatucos, y son parientes. Y así convencieron a los teutones, los tigurinos y los marcomanos para que los siguieran a las tierras de los aduatucos, mientras los cimbros andaban por el sur camino de los Pirineos. Pero cuando los cimbros regresaron a finales del Sextilis, lo que vieron no fue nada halagüeño: los teutones se habían querellado con aduatucos y queruscos al extremo de que había habido muchas escaramuzas, bastantes muertes y existía un malestar que los cimbros, notaban que iba en aumento.



Y el rey Boiorix lo arregló todo. Apaciguó a los aduatucos y convocó un gran consejo de los emigrantes germanos, cimbros, teutones, tigurinos, queruscos y marcomanos. En este consejo anunció que no sólo era rey de los cimbros, sino rey de todos los germanos. Tuvo que enfrentarse a varios en duelo, pero no a sus únicos rivales serios, Teutobodo de los teutones y Getorix de los tigurinos. Estos también tienen una mentalidad más romana, y decidieron seguir viviendo y representar una amenaza para el rey Boiorix.



Mientras estaba allí infriltado me había convertido en un cabecilla. No un gran jefe, pero lo suficiente para que me invitasen a los consejos. Mi esposa Germana, que no es cimbra sino del pueblo querusco, dio a luz dos hijos cuando alcanzamos el Mosa y esto fue interpretado como tan buen augurio que mi categoría de jefecillo ascendió a la de cabecilla de grupo a tiempo para participar en el gran consejo de todos los germanos. 



Ese Boiorix es muy muy listo. Hagamos lo que hagamos, no debemos subestimarle porque sea un bárbaro. Delineó una estrategia de la que el más reputado general romano se habría enorgullecido. Y no exagero, créeme. Esta estrategia consiste en que el año que viene, en cuanto el tiempo lo permita, a más tardar en marzo, los germanos tratarán de invadir Italia por tres frentes. Y cuando digo marzo, quiero decir que será la fecha en que los ochocientos mil bárbaros abandonarán las tierras de los aduatucos. Boiorix ha fijado en seis meses el plazo para que todos cubran el viaje desde el río Mosa hasta la Galia itálica.



Los ha dividido en tres contingentes de fuerzas. Los teutones invadirán la Galia itálica desde el oeste; éstos son unos doscientos cincuenta mil, los dirigirá su rey Teutobodo, y su plan es bajar por el Rhodanus y a lo largo de la costa de Liguria hasta Genua y Pisae. No obstante, yo imagino que, al estar Boiorix al mando de la invasión, antes de que se inicie habrán cambiado el itinerario para llegar por la Via Domitia y el paso del monte Genava. Con lo cual avanzarán por el Padus en Taurasia.



Ya te he dicho que Boiorix lee mucho, aparte de que ha aprendido latín y geografía como cualquier romano que se precie. Además, ha sometido a tortura a prisioneros romanos, porque no todos los que perdimos en Arausa murieron. Si cayeron en manos de los cimbros, Boiorix los conservó con vida hasta enterarse de lo que le interesaba. A los nuestros no se les puede reprochar que hablasen. Los germanos recurren a la tortura como cosa natural.



Por otra parte, los cimbros son los más numerosos de los tres grandes grupos de germanos. En total, cuatrocientos mil por lo menos. Mientras que los teutones bajan directamente siguiendo el curso del Mosa hasta el Arar y el Rhodanus, los cimbros avanzarán a lo largo del Rhenus hasta el lago Brigantinus, seguirán en dirección norte para rebasar el lago y alcanzar el nacimiento del Danubius. Luego seguirán hacia el este del Danubius hasta llegar al Aenus y continuar aguas abajo para entrar en la Galia itálica por el paso de Brennus, con lo que aparecerán en Athesis, cerca de Verona dirigidos por el propio Boiorix.



El tercer grupo es el más reducido y menos compacto, lo forman tigurinos, marcomanos y queruscos; unos doscientos mil. Irán al mando de Getorix de los tigurinos. Al principio, Boiorix iba a dirigirlos en línea recta cruzando las grandes selvas germanas, la Hercinia, la Gabreta, etcétera, para hacerlos caer a través de Panonia en Noricum; pero luego creo que dudó de si seguirían ese plan y decidió hacerlos avanzar con él por el Danubius hasta el Aenus. Desde allí proseguirán en dirección este a lo largo del Danubius hasta alcanzar Noricum para girar hacia el sur y entrar en la Galia itálica por los Alpes Cárnicos, con lo que caerán sobre Tergeste, no lejos de Aquileia.



Desde el punto del Mosa en que se separan los tres grupos, la distancia que recorre cada uno de ellos es igual. Los tres tienen que atravesar los Alpes, pero sólo los teutones los cruzan por territorio que no han atravesado antes. ¡En los últimos dieciocho años los germanos han ido a todos los sitios cruzando los Alpes! Han bajado desde el nacimiento del Danubius en Dacia, han bajado por el Rhenus desde sus fuentes en Helella y han descendido por el Rhodanus desde sus fuentes en Arausio. Son veteranos alpinistas.


MAPA DE LA RUTA DE LAS MIGRACIONES DE LOS GERMANOS,
 SEGÚN UN CROQUIS DE COLLEEN McCULLOUGH

Se supone que Boiorix tiene que contar con que los tres grupos lleguen a la Galia itálica en octubre. Yo creo que los teutones y los cimbros la alcanzarán por esa fecha, porque están bien dirigidos y muy motivados. En cuanto a los otros, no estoy muy seguro; ni creo que lo esté Boiorix.

MAPA DE LA INVASIÓN DE ITALIA POR LOS GERMANOS,
 SEGÚN UN CROQUIS DE COLLEEN McCULLOUGH

Hay otra cosa que tenemos que tener en cuenta, y es algo muy serio: después de dieciocho años de andar de un lado para otro, los germanos están cansados y quieren desesperadamente asentarse. Hay un gran número de niños que han crecido, convirtiéndose en jóvenes guerreros sin tener una patria. En realidad se ha estado hablando de regresar al Quersoneso Címbrico, ya que hace tiempo que el mar ha retrocedido y la tierra vuelve a ser fértil, y ojalá lo hicieran. Pero ya es demasiado tarde. Ahora ya se han acostumbrado al pan blanco crujiente para untar mantequilla, a mojar la salsa de buey y a acompañar sus horrendas morcillas de sangre. Les gusta el calor del sol del sur y la proximidad de las grandes montañas blancas. Primero Panonia y Noricum, luego la Galia. Nuestro mundo es más rico, y ahora que tienen por jefe a Boiorix, han decidido apoderarse de él.

( Basado en el relato de Colleen McCullough)



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