jueves, 19 de abril de 2018

ARENGA DEL EMPERADOR VALENTINIANO A SU HIJO GRACIANO

EMPERADOR VALENTINIANO


Cuando aun no había terminado este discurso, escuchado entre grandes muestras de aprobación, todos y cada uno, según su rango y posición, se apresuraron para adelantarse a los demás y, como si compartieran sus intereses y sus motivos de gozo, declararon Augusto a Graciano en medio del ruido enorme provocado por las armas y por los gritos de apoyo.

 

Al ver esta reacción Valentiniano, muy animado ya, beso a su hijo, que resplandecía y estaba adornado con la corona y con los signos de la dignidad imperial, y le hablo así mientras este escuchaba lo que se le decía:

 

"Ahí estas, querido Graciano, con la vestidura imperial, tal como todos esperábamos, pues esa vestidura te ha sido entregada con presagios favorables por mi voluntad y la de nuestros soldados. Prepárate, pues, para ser colega de tu padre y de tu tío, afrontando todos tus deberes, y acostúmbrate a penetrar sin temor con tus tropas de infantería por el Íster y el Rin, allí donde el hielo permita atravesarlos. Acostúmbrate a permanecer junto a tus soldados, a derrochar tu sangre y tu animo sin mesura en favor de tus súbditos, y a no considerar ajeno nada que pueda aumentar la gloria del Imperio Romano".

( Amiano Marcelino )

EMPERADOR GRACIANO






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