Los hombres nuevos son personas
sin antepasados, hombres que no se consideran vinculados a los orígenes de Roma
y a quienes, por consiguiente, les da igual el porvenir de Roma. Por esa razón
es preferible que a Roma la gobiernen y dirijan los patricios. Porque, para que
sea aún más poderosa, creo que Roma debe estar gobernada por los de sangre
noble.
No hay comentarios:
Publicar un comentario