Perdió
durante una travesía por el Nilo a su favorito Antinoo, al que lloro como si
fuera una mujer. Sobre lo cual corren diversos rumores, pues unos autores dicen
que el se había consagrado al servicio de Adriano, otros que hacen presumir la
belleza de Antinoo y la excesiva sensualidad de Adriano. Pero, como quiera que
sea, los griegos le deificaron accediendo al deseo de Adriano, pues afirmaban
que pronunciaba oráculos que, según dicen, había compuesto el mismo emperador
(oracula per eum dari adserentes, quae Hadrianus ipse composuisse iactatur).
(
Historia Augusta )
No hay comentarios:
Publicar un comentario