Los jinetes tienen cascos de batalla, de paseo y otros
especialmente diseñados para enfrentarse a determinados enemigos. Es evidente
que el dueño de estos cascos espera que le den (muchos) golpes
en la cabeza (nótese la pieza transversal de cada casco) y se ha protegido
contra las armas de filo. Sin embargo, el sentido del oído resulta fundamental
durante el combate, por lo que el casco esta equipado con orificios laterales
que, además, ofrecen cierta ventilación.
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