Aunque
muchos pretendan conspirar incluso con el asesinato, yo no les deseo la muerte
a mis enemigos, ni siquiera al propio Catón que tanto me odia y tanto le ciega
la rabia. Cuanta más oposición tiene un hombre, mejor le trabaja la mente,
mejor estímulos percibe, y con mayor lucidez acaba de verlo todo, y por eso a
mi me gusta la oposición, por lo que critican y aportan con ello. ¿Qué haría si
no tuviera tan formidables enemigos?
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