Tu,
Roma, derramas tus favores como rayos de sol por donde se agita vacilante el
envolvente Océano. Por ti da vueltas Febo, que todo lo abarca, y en ti esconde los caballos que de ti habían
salido ... Cuanta extensión comprende la naturaleza hasta las regiones
habitables, otro tanto la tierra se convierte en camino accesible a tu valor.
Formaste de pueblos distintos una única patria; al imponer tu poder,
beneficiaste a los vencidos, ignorantes de la justicia, y al ofrecerles
compartir tus propias leyes, formaste una ciudad de lo que antes era un mundo.
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