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jueves, 16 de febrero de 2017

LA MUJER DEL CÉSAR HA DE ESTAR POR ENCIMA DE TODA SOSPECHA



En el tribunal que juzgaba a Publio Clodio por supuesta violación de una vestal, este alegó ser inocente y presentó testigos que juraron que en la noche del festival religioso de las mujeres en casa de César, había estado con ellos en el campo. Entonces, irritado, Cicerón citó a Julio como testigo, para que apoyara las declaraciones de Aurelia, su madre, que es la que había hecho la denuncia; pero César declaró enfáticamente que no sabía nada del caso. El fiscal le preguntó entonces amablemente, que dadas las circunstancias, por qué se había divorciado de Pompeya, a lo cual él replicó poniendo cara inocente, con la frase que habría de hacerse famosa: —Mi esposa ha de estar por encima de toda sospecha.



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