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sábado, 8 de octubre de 2016

CARTA DE HELVIA A SU HIJO MARCO TULIO CICERÓN SOBRE TERENCIA



Ya hace mucho tiempo que estoy interesada en que pienses en Terencia como futura esposa, pues no sólo es de origen patricio, sino la hermana de Fabia, la virgen vestal, que ha augurado toda clase de bendiciones al matrimonio de su hermana y a su futuro esposo. Terencia posee una dote de cien mil sestercios, una fortuna que no está mal, aún comparándola con lo que tú tienes y es dueña de varias casas en Roma, de las cuales obtiene una estimable renta, así como de una granja cerca de Arpinum. Es muy virtuosa y no se la ha acusado de ningún escándalo. En todos los sentidos es una esposa muy deseable a pesar de que ya ha cumplido los veintiún años. Por sus cualidades de ama de casa merece mi aprobación y su familia es romana de solera, con todas las virtudes de nuestros antepasados. Es modesta, agradable, y su inteligencia dejaría satisfecho incluso a ti, Marco. Es muy atractiva y jamás se tiñó el pelo, que siempre ha conservado con su color castaño natural. Aunque es una de las mujeres que más entienden de negocios en la ciudad, ha conservado su aspecto de recato y de gentiles maneras y no tiene una lengua viperina como mi nuera Pomponia, la hermana de tu querido amigo Ático. Cierto es que ella no puede alardear de la sublime belleza de su hermana, la virgen vestal, que pudo haberse buscado esposo entre las mejores familias de Roma; pero la belleza a menudo atrae las maldiciones de los celosos dioses. 



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