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jueves, 8 de junio de 2023

ANTONINO PÍO, EL MEJOR EMPERADOR DE ROMA QUE GOBERNÓ SIN HACER GUERRA

¿Sabías que hubo un emperador romano que gobernó durante 23 años sin hacer ninguna guerra ni ninguna conquista?. ¿Y que fue considerado uno de los mejores gobernantes de la historia de Roma por su sabiduría, su bondad y su eficacia?. Su nombre era Antonino Pío y en este artículo te voy a contar su fascinante biografía de forma breve:

 

El  emperador Antonino Pío (su nombre completo era Tito Aurelio Fulvio Boyonio Arrio Antonino, pero se le conoció como Antonino Pío por su piedad y respeto hacia su padre adoptivo, el emperador Adriano), fue un destacado líder del Imperio Romano que gobernó durante 23 años desde el año 138 hasta su muerte en 161. Nació el 19 de septiembre del año 86 en la ciudad de Lanuvium, ubicada en la región de Lacio, en Italia.

 

Antonino Pío provenía de una familia aristocrática y noble. Su padre, Tito Aurelio Fulvio Boiónio Antonino, fue cónsul y su madre, Arria Fadila, pertenecía a una distinguida familia senatorial. Su familia era originaria de Nemausus (actual Nimes) en la Galia Narbonense, pero se había trasladado a Italia en tiempos de los emperadores Julio-Claudios. Su madre, Arria Fadila, era hija de Cneo Arrio Antonino, un senador que también fue cónsul dos veces y que apoyó a Vespasiano y a Nerva en sus ascensos al trono. Antonino Pío tuvo dos hermanos: Tito Aurelio Fulvo Antonino y Arria Antonina. Aunque nació en una familia de renombre, Antonino Pío no era el heredero designado al trono imperial. Sin embargo, su adopción por parte del emperador Adriano en el año 138 cambió su destino. Esta adopción fue parte de una estrategia más amplia de Adriano para asegurar la estabilidad y continuidad del Imperio Romano. Como resultado, Antonino Pío se convirtió en el decimotercer emperador de Roma.

 

Antonino Pío recibió una educación esmerada y se dedicó a la carrera política y administrativa. Fue cuestor, pretor y cónsul sufecto en el año 120. También fue procónsul de Asia entre los años 134 y 135, donde se distinguió por su justicia y generosidad. En el año 136, contrajo matrimonio con Annia Galeria Faustina, una sobrina de Adriano que le dio cuatro hijos: Marco Aurelio Fulvo Antonino, Marco Galerio Aurelio Antonino, Aurelia Fadila y Annia Galeria Faustina Minor (más conocida como Faustina la Menor). Sólo le sobrevivió la última hija, que se casaría con Marco Aurelio.

 

En el año 138, Adriano, que no tenía hijos propios, decidió adoptar a Lucio Elio Vero como su heredero. Sin embargo, este murió poco después de una enfermedad. Entonces, Adriano eligió a Antonino Pío como su nuevo hijo adoptivo y sucesor, con la condición de que este a su vez adoptara a dos jóvenes: Marco Aurelio (el futuro emperador) y Lucio Vero (el hijo de Lucio Elio). Antonino Pío aceptó la propuesta y se convirtió en el nuevo emperador tras la muerte de Adriano el 10 de julio del 138.

 

Una de las características distintivas de Antonino Pío fue su enfoque en la paz y la estabilidad interna del imperio. Durante su gobierno, se dedicó a fortalecer la administración y la justicia, así como a promover el bienestar de sus súbditos. A diferencia de muchos de sus predecesores y sucesores, evitó las guerras y se centró en mantener la paz tanto en Roma como en las provincias. La única excepción fue la construcción del muro de Antonino en Britania, al norte del muro de Adriano, para contener a los brigantes. Sin embargo, este muro fue abandonado poco después por su escasa utilidad.

 

Antonino Pío fue conocido por su amabilidad y benevolencia. Fue considerado un gobernante sabio y compasivo que buscaba el bienestar de su pueblo. Durante su reinado, se preocupó por el bienestar de los ciudadanos romanos y promovió programas sociales para ayudar a los menos afortunados. Antonino Pío fue un administrador eficaz y prudente. Evitó el derroche y mantuvo las finanzas imperiales saneadas. Redujo los impuestos y aumentó los salarios de los funcionarios y los soldados. También impulsó obras públicas como acueductos, puentes, carreteras y templos. Con el ejército, se preocupó por el bienestar de los soldados romanos y se aseguró de que recibieran un trato justo y una remuneración adecuada. Entre sus construcciones más destacadas están el Arco de Antonino Pío en Roma, el Templo de Adriano en Atenas y el Templo de Augusto en Nemausus. Además, fue respetado por su integridad personal y su enfoque en la justicia.

 

A nivel legislativo, Antonino Pío promulgó numerosas leyes para proteger a los esclavos y mejorar la condición de las mujeres en el Imperio Romano. También demostró interés en el avance de la educación y la cultura, y fue un gran mecenas de las artes. Fue tolerante con los cristianos, a los que no persiguió ni castigó por su fe.  Bajo su gobierno, se construyeron numerosos edificios públicos y se restauraron monumentos antiguos.

 

Antonino Pío también se destaca por su política exterior. Mantuvo relaciones pacíficas con los reinos vecinos y evitó la guerra siempre que fue posible. Durante su reinado, el Imperio Romano se expandió hacia el este, anexando nuevas provincias como Armenia y Mesopotamia.

 

Antonino Pío amaba profundamente a su esposa y le fue fiel durante toda su vida. La trató con respeto y cariño, y le confió importantes asuntos de gobierno. También la honró con diversos títulos y honores, como el de Augusta, Mater Castrorum (madre de los campamentos) y Mater Senatus et Patriae (madre del Senado y de la Patria). Le dedicó monedas, estatuas y templos, y la hizo participar en los cultos imperiales. Faustina la Mayor murió en el año 141, mientras acompañaba a su esposo en una visita a las provincias orientales. Antonino Pío quedó muy afectado por su pérdida y se vistió de luto durante mucho tiempo. Hizo que el Senado la divinizara y le construyera un templo en el Foro Romano. También fundó una institución benéfica para las niñas pobres llamada Puellae Faustinianae (las niñas de Faustina) en su memoria.

 

El reinado de Antonino Pío se caracterizó por su estabilidad y prosperidad. Durante sus veintitrés años en el poder, el imperio experimentó una paz relativa y un crecimiento económico. A medida que su salud se deterioraba, Antonino Pío comenzó a buscar un sucesor adecuado para evitar una crisis de sucesión.

 

Antonino Pío murió el 7 de marzo del año 161 d.C. en Lorium, una villa cercana a Roma. Tenía 74 años y había gobernado durante 23 años. Fue el único emperador que murió en su lecho rodeado de su familia. Su cuerpo fue enterrado en el mausoleo de Adriano (actual castillo de Sant'Angelo) y fue deificado. El Senado le otorgó el título de Pío y le dedicó un funeral solemne. Le sucedieron sus hijos adoptivos Marco Aurelio y Lucio Vero, que compartieron el poder como co-emperadores. Pero al final Marco Aurelio se convirtió en el único emperador, tras fallecer Lucio Vero y continuó el legado de su suegro, llevando adelante una política de paz y promoviendo la filosofía estoica. “Recuerdo la piedad de mi padre hacia los dioses, su afecto hacia sus amigos, su tolerancia hacia los ignorantes y los malintencionados, su firmeza en el cumplimiento de sus deberes”, fue lo que escribió el emperador Marco Aurelio sobre su padre adoptivo.

 

La imagen de Antonino Pío se mantuvo en alta estima a lo largo de los siglos. Fue recordado como uno de los "Cinco Buenos Emperadores" de Roma, junto a Nerva, Trajano, Adriano y Marco Aurelio. Estos emperadores fueron reconocidos por su buen gobierno, su enfoque en la justicia y su contribución al bienestar del imperio. De hecho, Elio Espaciano escribió lo siguiente sobre Antonino Pío: “Antonino fue el único emperador cuya memoria no fue manchada por ningún crimen”.

 

La figura de Antonino Pío ha dejado un legado duradero en la historia romana. Su gobierno estable y benevolente fue un ejemplo para muchos gobernantes posteriores. Su enfoque en la paz y la justicia, así como su promoción de la cultura y la educación, sentaron las bases para un período de estabilidad y prosperidad en el Imperio Romano.



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