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domingo, 14 de mayo de 2023

POSSIDIO DE CALAMA, EL SANTO OBISPO Y AMIGO DE SAN AGUSTÍN DE HIPONA

En el siglo IV, en la región de Numidia, surgió una figura notable que dejó su huella tanto en la historia como en la religión. Su nombre era Possidio de Calama, un obispo y santo bereber que se convirtió en una figura prominente en su tiempo. Aunque las fechas exactas de su nacimiento y muerte se desconocen, su legado ha perdurado a lo largo de los siglos.

 

Possidio fue elegido obispo de Calama alrededor del año 397, en una época en la que la región estaba marcada por la influencia del cristianismo. Sin embargo, su importancia va más allá de su posición eclesiástica. Fue un cercano amigo y colaborador de San Agustín, uno de los teólogos más influyentes de la historia. Se cree que se conocieron en el momento de la fundación del monasterio masculino en Hipona, ya que Possidio escribió un libro titulado Vita Sancti Augustini, donde relata la vida y muerte de su amigo. Este libro, escrito después del año 430, es una valiosa fuente de información sobre la vida de San Agustín y su impacto en la región.

 

La relación entre Possidio y San Agustín duró más de 40 años, lo que evidencia la importancia de su amistad. Juntos, enfrentaron diversos desafíos y se unieron en la defensa de la fe cristiana. En el año 409, Possidio formó parte de una delegación enviada a Roma para buscar la protección del emperador Honorio contra los donatistas, un grupo considerado herético en ese tiempo. Asimismo, en el año 416, participó en el concilio de Milevun, donde se acordó enviar una carta al papa Inocencio I, solicitándole que actuara contra el pelagianismo, otra corriente teológica controvertida de la época. Possidio se unió a San Agustín en la redacción de esta carta, junto con otros obispos destacados.

 

Sin embargo, la vida de Possidio estuvo marcada por el inestable contexto político y social de su tiempo. Cuando los vándalos invadieron el África romana, se vio obligado a huir a Hipona, donde estuvo presente en los últimos momentos de vida de San Agustín. La última referencia histórica que se tiene de Possidio data del año 437, cuando fue exiliado por Genserico, líder de los vándalos, junto con otros obispos prominentes de la región.

 

Hoy en día, la memoria de Possidio se mantiene viva en la iglesia y en la religión cristiana. El Martirologio Romano, que registra los santos y mártires reconocidos por la Iglesia Católica, lo conmemora el 16 de mayo. Se le describe como el obispo de Guelma en Numidia, la actual Argelia, y como discípulo y fiel amigo de San Agustín. Los canónigos regulares y los ermitaños de San Agustín lo celebran litúrgicamente en esa fecha, junto con San Alipio, gracias a la concesión del papa Clemente X en el breve Alias a Congregatione del 19 de agosto de 1672. Esta conmemoración es un testimonio del impacto duradero que Possidio dejó en la comunidad cristiana.

 

La figura de Possidio de Calama destaca por su papel como obispo, su amistad con San Agustín y su contribución a la escritura de la Vita Sancti Augustini. A través de su vida y obra, se revela un hombre comprometido con la fe, dispuesto a luchar por la defensa de la doctrina y a acompañar a su amigo en momentos cruciales.

 

Aunque las fechas y detalles precisos de su existencia pueden haber quedado envueltos en el paso del tiempo, su importancia no se ve disminuida. Su historia es un recordatorio de la importancia de las relaciones personales en la construcción de la comunidad religiosa y del papel fundamental de las amistades en tiempos de desafíos y adversidades.

 

La vida de Possidio de Calama nos inspira a buscar la amistad, la colaboración y el apoyo mutuo en nuestras propias vidas. Su ejemplo nos anima a permanecer firmes en nuestras convicciones, incluso en medio de los cambios y desafíos que puedan presentarse. Que la memoria de Possidio de Calama nos recuerde la importancia de la amistad y la fe en nuestras propias vidas y nos inspire a vivir con autenticidad y valentía.



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