He
ahí cómo resuena el clamor de los juegos del Circo; un griterío súbito y
generalizado hiere mis oídos sin que perturbe mi reflexión; ni siquiera la
interrumpe. El estrépito lo soporto muy sereno; muchas voces confundidas en una
sola son para mí como la ola o el viento que azota la selva, o como las demás
cosas que producen sonidos ininteligibles.
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