Si se le pidiera a un hombre
que determinara el periodo de la historia del mundo durante el cual la
condición de la raza humana hubiera sido más feliz y próspera, sin vacilación
nombraría el que se extiende desde la muerte de Domiciano hasta la ascensión de
Cómodo (es decir, 96-180). El vasto Imperio romano estaba gobernado por un
poder absoluto, bajo la guía de la virtud y la sabiduría. Los ejércitos estaban
contenidos por la firme pero suave mano de cuatro emperadores sucesivos cuyos
caracteres y autoridad despertaban respeto involuntario. Las formas de la
administración fueron cuidadosamente preservadas por Nerva, Trajano, Adriano y
los Antoninos, que se deleitaban en la imagen de la libertad y les gustaba
considerarse los ministros responsables de las leyes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario