Una cosa que siempre advertí en Cayo Mario cuando estaba en el
campo de batalla era que nunca le apasionaba la estrategia de tomar ciudades.
Para él, lo único que contaba era la batalla campal. A mí, por el contrario, me
fascina conquistar ciudades. Por muy inexpugnable que parezca que son algunas, siempre
encuentro la manera de hacerlas caer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario