Todo parecía de oro; el barco estaba recubierto de oro
desde la línea de flotación hasta lo más alto del mástil, y lo que no era de
oro estaba pintado con azules y verdes pavo real salpicados con un polvo de
oro. Los techos de las construcciones de cubierta eran de tejas de loza fina de
vividos azules y verdes, y toda una arcada de columnas con capiteles de lotos
se extendían por la cubierta. ¡Incluso los remos eran de oro!. Y las gemas brillaban por todas partes.
¡Aquel barco solo ya valía diez mil talentos de oro!.
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