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martes, 1 de enero de 2019

BALADA DE LAS TRES GRANDES PENAS DE OCTAVIO AUGUSTO


Hay una balada de marcha de soldados, denominada "Las tres penas de Octavio Augusto", compuesta en el tosco estilo tragicómico de campamento, que durante muchos años cantaron los regimientos acampados en Germania. El tema dice que Augusto se apenó primero por Marcelo, luego por Julia y finalmente por las Águilas perdidas por Varo. Profundamente por la muerte de Marcelo, más aún por la deshonra de Julia, pero mucho más por las Águilas, porque con cada Águila había desaparecido todo un regimiento de los hombres más valientes de Roma. La balada lamenta, en buen número de versos, el desdichado sino de los regimientos Decimoséptimo, Decimoctavo y Decimonoveno, cayeron en una emboscada y fueron diezmados por los germanos en un remoto bosque cenagoso; y dice cómo después de que le llegaron las noticias de este desastre sin precedentes, Octavio Augusto se dio de golpes con la cabeza contra la pared:
 
Octavio Augusto gemía cada vez que se golpeaba: "-Varo, Varo, general Varo, devuélveme mis tres Águilas!".
 
Octavio Augusto rasgó sus vestiduras y sus sábanas en medio de lamentos.
 
-¡Varo, Varo, general Varo, devuélveme mis regimientos!"


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