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martes, 25 de diciembre de 2018

CASTIGOS EN LA ANTIGUA ROMA


Cualquier persona considerada culpable de un delito sufría castigos que resultan extremadamente crueles para la mentalidad actual. Pero ése era el objetivo del castigo: disuadir a otros mediante el terror a castigos espantosos, como manos amputadas, latigazos, condena a las minas o a los espectáculos de gladiadores, decapitación, ahorcamiento, morir devorados por animales salvajes y crucifixión. Pero casi nadie pasaba el tiempo en una cárcel inmóvil y privado de libertad.










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