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jueves, 1 de noviembre de 2018

CARTA DE QUINTO POPEDIO SILO A MARCO LIVIO DRUSO POR LOS DESCONTENTOS DE LOS ITÁLICOS CON LA LA LEY LIVIA AGRARIA DE REPARTIR TIERRAS DEL AGER PUBLICUS A CIUDADANOS ROMANOS



Lamentablemente, Marco Livio, poca influencia tengo en Umbría y en Etruria. Ya sabes que allí la gente es muy rara, convencida de su autonomía y harta de los marsos. Debes estar preparado para dos incidentes. Uno se rumorea ya bastante en el Norte; el otro me ha llegado por pura casualidad, y es el que más me preocupa.

 

Veamos el primer incidente. Los mayores propietarios de Etruria y Umbría piensan acudir en comandita a Roma para protestar por la parcelación del ager publicus romano. Alegan (naturalmente no van a admitir que han falseado los límites) que el ager publicus romano de Etruria y Umbría tiene una existencia tan antigua que ha alterado la economía y la incidencia de población, y que aceptar un aluvión de pequeños propietarios sería la ruina de Etruria y Umbría. Argumentan que en las ciudades no hay la clase de tiendas y mercados donde compran los pequeños propietarios, ya que las tiendas se han convertido en almacenes, dado que los latifundistas y los capataces compran a granel. Alegan también que los dueños de los latifundia libertarán a los esclavos sin preocuparse de las consecuencias; con lo cual miles de libertos merodearán por esas regiones causando disturbios y robando. Por consiguiente, dicen, deben ser Etruria y Umbría quienes promulguen el decreto para enviar a estos esclavos a sus lugares de origen. Etcétera, etcétera. ¡Prepárate para recibir a la delegación!

 

El segundo incidente puede resultar más peligroso. Algunos de nuestros samnitas más exaltados han pensado que no hay esperanzas de obtener la ciudadanía ni llegar a la paz con Roma, y quieren demostrar su gran descontento durante la celebración de las fiestas de Júpiter Latiaris en el monte Albano asesinando a los cónsules Sexto César y Filipo. El plan está perfectamente preparado y se prevé que caigan sobre ellos en suficiente número a su regreso de Bovillae a Roma.

 

Mejor será que hagas cuanto esté en tu mano para apaciguar a los terratenientes de Etruria y Umbría y desbaratar el intento de asesinato. Una noticia más halagüeña es que a todos los que les he planteado lo del juramento de clientela han reaccionado muy bien. El número de potenciales clientes de Marco Livio Druso crece cada vez más.


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