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lunes, 15 de octubre de 2018

LUCIO LICINIO CRASO ORATOR DEFINE EL CARGO DE CÓNSUL DE ROMA



Ser cónsul de Roma es verse elevado a un nivel sólo algo por debajo de los dioses y muchísimo más alto que rey alguno. El cargo de cónsul se concede libremente y no descansa sobre amenazas o poder retributorio. Durante un año, el cónsul es lo más excelso que hay. Su imperium excede al de cualquier gobernador. ¡El es el comandante en jefe de los ejércitos, el jefe del gobierno, el representante del Tesoro y el símbolo de cualquier significado que haya de atribuirse a la República de Roma!. Sea patricio u hombre nuevo, inmensamente rico o relativamente pobre, es «el cónsul». Sólo tiene un igual: el otro cónsul. Sus nombres se inscriben en los fasti consulares para que brillen perennemente.



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