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lunes, 4 de septiembre de 2017

LA MUERTE DE CRASO


Cuando las terribles noticias del desastre de Carres llegaron a Roma, la ciudad se sintió consternada. Los enemigos del triunvirato no tardaron en extender la noticia de la muerte terrible de Craso. Aseguraban que suplicó por su vida al rey parto pero el bárbaro le dio muerte vertiéndole oro fundido en la boca al tiempo que le decía: « Bebe cuanto quieras. ¿No es esto lo que has buscado toda tu vida?» . En realidad, Craso murió de una estocada en una refriega menor después de la batalla. Su cabeza y su mano fueron enviadas al rey de los partos, y un actor griego presente en aquella corte tuvo la detestable ocurrencia de tomar la cabeza y usarla para recitar a Eurípides.

( Juan Eslava Galán en "Julio César, el hombre que pudo reinar")











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