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sábado, 17 de diciembre de 2016

EL CUADRO "LA MUERTE DE JULIO CÉSAR GERMÁNICO", POR EL FRANCES NICOLÁS POUSSIN



Hijo de Druso el Mayor y Antonia Minor, que fue hija de Marco Antonio y Octavia la Menor, Germánico fue adoptado a la muerte de su padre por su tío Tiberio por indicación de Augusto, poniéndolo de este modo en la línea de la sucesión imperial (4 d. C.). Al año siguiente contrajo matrimonio con Agripina la mayor, quien le siguió en todos sus destinos y le dio nueve hijos. Dos de ellos murieron al poco de nacer y otro, llamado Cayo Julio César. La adopción imperial supuso especiales dispensas para desarrollar su carrera militar sin atender a los requisitos de edad: Germánico estuvo junto a su padre adoptivo a los 22 años de edad en la expedición dirigida a Panonia (7-9 d. C.) para sofocar la revuelta producida en la provincia, y en la de Germania (11 d. C.). 

En el 12 alcanzó el consulado, después de cinco cuesturas sucesivas, y al año siguiente recibió de manos de Augusto la dirección de la provincia de Germania, tras el desastre de la batalla del bosque de Teutoburgo, y el mando de las legiones de esta provincia, cuya revuelta sofocó. De su popularidad baste decir que, a la muerte de Augusto, sus soldados le pidieron que suplantase a Tiberio como heredero imperial. 

Dispuesto a imitar a su padre, a finales del año 14 envió las legiones amotinadas contra los marsos y luego contra los catas y queruscos, alcanzando el famoso Saltus Teutoburgiensis, donde recordó la memoria del malhadado Varo. Para el año 16 disponía de una gran flotilla que le iba a permitir entrar en el Rin desde el mar, desembarcar cerca del río Ems, avanzar hacia el interior y obtener un sonado éxito con la victoria sobre las tribus germanas cerca del río Weser. La provincia de Germania quedó sujeta al dominio romano, la derrota de Varo vengada, las águilas imperiales perdidas en esa campaña fueron recuperadas y liberados prisioneros romanos, lo cual incrementó el prestigio y popularidad de Germánico desencadenando la envidia, el enojo y la desconfianza de Tiberio. 

En esta batalla, Germánico aportó novedades al ejército al disponer los auxiliares como hostigadores en primera línea. Les proporcionó también un entrenamiento diferente para que pudieran luchar cuerpo a cuerpo. Germánico se situó en el centro, respaldado por cuatro legiones y la Guardia Pretoriana. En la tercera línea se colocaron mercenarios galos, cretenses e hispanos. Los germanos intentaron flanquearle por el bosque, pero Germánico lo sabía y apostó allí a toda su caballería.





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